Acabó ayer el Congreso Nacional del PRD y lo único que aprobaron de trascendencia fueron tres enormes barrabazadas:
1. Se permite en lo sucesivo que los ex dirintes nacionales se reelijan. Eso quiere decir que se reeligirá Jesús Zambrano, o Jesús Ortega, o Guadalupe Acosta Naranjo. ¡Puros chuchos!
2. Que la elección de la dirigencia nacional será cerrada, lo cual abre la puerta para otro fraude de los chuchos en una elección interna.
Pero la peor tontería del Congreso Nacional del PRD fue esta:
3. Que el PRD seguirá en el Pacto por México.
Tanto los chuchos como IDN, la corriente bajaranista, dieron una excusa muy mensa para ese resolutivo: Que el PRD se saldrá del Pacto por México si el PRI y el PAN aprueban la reforma energética.
¡Pero si de todos modos el PRI y el PAN piensan aprobar la reforma energética!
Es más; los propios senadores perredistas dijeron el viernes pasado que el PRIAN piensa dar un madruguete el 12 de diciembre, día de la virgen de Guadalupe, para aprobar la privatización de Pemex.
¿Qué caso tiene entonces? El PRD sólo estaría en el Pacto por México durante menos de 20 días.
O de verdad creen los perredistas que con amenazar al PRI con salirse del Pacto ya con eso va a dejar de aprobar la privatización de Pemex.
¡Si para eso quería Peña Nieto el Pacto!
Fue una decisión muy tarada por parte del PRD, de plano.
Y con toda justificación, Marcelo Ebrard anunció ayer que impugnará al Congreso Nacional.
DUDO que Ebrard vaya a lograr algo algo con esa impugnación, ya que el Tribunal Electoral se ha puesto a favor de los chuchos en el pasado.
Pero aún así, al impugnar el Congreso Nacional del PRD, Ebrard deja claro que él se opone al Pacto por México, mismo al cual no se oponen ni Carlos Navarrete ni Carlos Sotelo, sus contrincantes para la dirigencia nacional del partido.
Eso lo generará aún más simpatías entre las bases del PRD, sin duda.
Falta saber si Marcelo realmente logra hacer algo con el incremento de apoyo de base.
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