Ese día el PRI decidió que los mexicanos deberían de dejar de coger.
--Son datos del INEGI --afirmo el putito de los Pinos--. Ya somos muchos y no cabemos.
En el congreso Beltrones introdujo la iniciativa para que se recortara el presupuesto al IMSS e ISSSTE pues "van a haber menos derechohabientes".
La iglesia aplaudió la iniciativa. Aunque apunto que no se debe considerar que se incluiría a los pederastas y que estaba seguro que el secretario de gorilacion, Gangman Chong, sopesaría las recomendaciones del arzobispado.
Gangman Chong respondió con beneplácito a las propuestas del arzobispado. Se dirigió (de rodillas) a ver a Perberto Rivera a tomar nota de sus objeciones. También no protesto cuando Perberto eyaculo en su boca.
La embajada yanqui expreso su beneplácito. Habría menos mojados y además el país se vaciaría y ellos podrían acabar de chingarse las tierras y playas que quedarían baldías.
En el senado, Gamboa presento la iniciativa de ley en senda conferencia de prensa. El PAN se solidarizó con la medida y la chuchada del PRD también.
Los jilgueros de Televisa aplaudieron la medida diciendo que esto "impulsaba la modernización de México". Azcarraga recibió un contratote por varios miles de millones de pesos para spots donde se les decía a los mexicanos que deberían dejar de coger.
La Secretaria del Trabajo dio luz verde a que Salubridad empezara a inocular a los trabajadores de México con una vacuna para quitarle lo jariosos. La CTM avalo la medida del gobierno e igual hicieron todos los lideres charros.
La vacuna había desarrollado una farmacéutica gringa propiedad de Dick Cheney. Costaba un ojo de la cara. México obtuvo un préstamo del Banco Mundial para pagar el contrato. La mitad de los fondos acabaron en las cuentas de Suiza de los PRImates. Pronto llegaron las vacunas y el gobierno se apresto a "hacerle la Guerra al libido de los mexicanos".
Pronto la vacunación se extendió a las escuelas. Aun en las escuelas rurales más jodidas fue la gente de la SSA a inyectar a los chamacos.
Pero había que asegurar que la cubertura fuera universal. FEMSA coopero: pronto en la Coca Cola vendría incluida la vacuna en forma para tomar. Bimbo y Sabritas hicieron también lo suyo incluyendo los componentes activos de la vacuna en sus productos. Y el paso definitivo fue cuando Maseca se unio al esfuerzo de vacunar contra el libido a todos los mexicanos.
La medida tuvo éxito hasta cierto grado. La población casi ya no tenía libido. Ya no había juegos de palabras ni propuestas indecorosas a las morras. Tampoco había más literatura o poesía o música. Y por supuesto no habían rebeldes o rojillos o huelgas o plantones o marchas.
La abulia y la apatía se hicieron epidémicas. La última convocatoria del peje a un mitin en el zócalo fue un fracaso. Solo dos viejitos se presentaron y el único orador fue "el tata" (se había decidido no darles la vacuna a los ancianos).
En los Pinos y Atlacomulco se brindó ante estos resultados. Habría, si, gobiernos del PRI por los siguientes mil años. El sueño de Hitler del "tauzen jahr reich" se había hecho realidad en México.
Desgraciadamente la vacuna causaba otros efectos físicos. A los cuantos meses de aplicarse la vacuna se hicieron estos evidentes. Muchos empezaron a sufrir de fiebre y calenturas. Luego les surgía una ronchita en el cuello
Al amanecer del día siguiente el enfermo gritaría de espanto al verse en el espejo.
Tenía dos cabezas, idénticas. Y aparentemente la nueva cabeza era rojilla. Siempre estaría chingando al enfermo cuando prendía la tele para ver su Rosa de Guadalupe o su futbol. Y peor, ¡quería leer!
Los médicos tenían la teoría que todo la moral, conciencia, patriotismo, iniciativa y ética de los mexicanos, vamos, lo que se mama en la teta de su madre, había buscado refugio en alguna parte del cuerpo de estos. Al no haber tal, el mismo cuerpo desarrollaba otra cabeza.
Increíblemente, algunos políticos, aun si los habían vacunado, NO desarrollaban una segunda cabeza. Era evidente que no tenían ni un ápice de moral, conciencia, patriotismo, iniciativa o ética de la que se mama de la teta de una madre. Es decir, esto demostraba que los políticos no tenían ni puta madre.
La clase política tenía que reaccionar. Ya eran muchas las críticas. ¿Por qué ellos, preguntaba la gente, no tienen también dos cabezas? No, los políticos no eran "bicéfalos" como se llamaba ahora a la mayoría de los mexicanos. (El águila del escudo nacional se cambió y ahora era bicéfala también, como las de los Romanovs y Habsburgo, pero seguía comiéndose una sola serpiente.) Además, era evidente que los políticos o no se habían inyectado o no tenían puta madre pues solo tenían una cabeza.
Para despistar, los diputados y senadores y otros políticos se mandaban a hacer una cabeza artificial que portaban cuando salían en público. Solo así no los linchaban.
Eso no evito que, a la larga, la cabeza rojilla se impusiera. Los mexicanos pusieron una cuerda alrededor del cuello que sostenía la única cabeza de cada político. Si hubo cierto beneficio...aparte de limpiar al país de hijos de puta…verán, eventualmente se vio que igual multiplicación ocurría con los genitales de los mexicanos...no les explicare los beneficios que esto tuvo...se los dejo a su imaginación y morbo...
MQ
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