Carlos Navarrete, aspirante de Nueva Izquierda a la dirigencia nacional del PRD, quiere que la elección sea un traje a la medida que le acomode a él.
Y es que ayer Navarrete declaró, en referencia a la propuesta de Marcelo Ebrard de que la elección del dirigente del PRD sea por consulta nacional, que la interna del PRD "no debe ser un traje a la medida", pero omitiendo mencionar que los chuchos quieren que se elija a la dirigencia por medio de votación de consejeros, a sabiendas de que los chuchos tienen la mayoría y elegir a Navarrete sería un mero trámite aunque no tuviera Navarrete ni las calificaciones, ni el temple, ni la independencia necesaria para ser dirigente del principal partido de izquierda.
Encima de eso, a Navarrete se le ocurre decir que que Ebrard debe serenarse y que espera que no sea factor de división en el PRD.
Pero los que están causando la división en el PRD al aferrarse al Pacto por México son los chuchos, corriente en la que está Navarrete, al atacar a Ebrard y al haber convertido al partido en un satélite del PRI para beneficio político de Enrique Peña Nieto y para beneficio personal de Jesús Ortega y de Jesús Zambrano, los líderes de los chuchos.
Y aún así, Navarrete declaró, de acuerdo con Milenio, que es necesario que los aspirantes a la dirigencia del PRD participen en el Congreso Nacional del partido, debatan en él, pero que acepten las reglas que les pongan.
Nadamás que como la mayoría de los consejeros son de los chuchos, pues las reglas serían a la medida de los intereses de Navarrete.
¿Ven cómo el que quiere traje a la medida es Navarrete?
Si los chuchos, y el propio Navarrete, creyeran de verdad en la democracia, aceptarían que se eligiera a la dirigencia nacional del PRD por consulta nacional o por voto directo de los militantes.
Pero los chuchos no creen en ni resptean la democracia. Si la respetaran, no habría hecho fraude Jesús Ortega contra Alejandro Encinas en 2008 y no estarían eligiendo dirigencias por medio de consejeros que sólo votan por otros chuchos.
Eso no es democracia. Eso es PRIANismo.
Y si el PRD quiere sobrevivir, como dice Marcelo Ebrard, debe alejarse de esas prácticas.
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