Esta columna es simplemente para señalar un dato de un estudio conducido por científicos austriacos de la Universidad de Viena. Resulta que el 86% del agua bendita en las iglesias contiene heces fecales.
Una nota sobre el estudio se publicó en la prensa inglesa el 13 de septiembre.
Además, el agua bendita contiene E-coli, enterococos y otras bacteras que causan diarrea.
¡No lo estoy inventando! El agua bendita tiene caca y causa diarrea.
Y esa madre es la que usan para bautizar a bebés. ¡No la chinguen!
No sólo eso; están pidiendo que las autoridades y las iglesias pingan avisos alertando a la gente de que el agua bendita está contaminada.
Además recomienda echarle sal al agua bendita para matar las bacterias y cambiarla de manera regular.
Afortunadamente yo soy ateo y no voy a la iglesia. Lo siento por los que sí van, meten la mano a la pileta, y se llevan a la cara una dosis de refrescante y santísima caca. Desde luego, de entrar al sistema digestivo, pos el resultado sería la milagrosa multiplicación de la caca.
¿Será ese el olor de santidad?
Chaaaaaa...
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