Me enteré ayer por la noche que cierto sitio que solía ser pejista y ahora es peñanietista se puso a chillotear que los lopezobradoristas "agredieron" a su reportero. En realidad le dieron un empujón y se cayó al suelo. No pasó de eso.
Me pareció una queja súmamente hipócrita por varias razones. Mire usted:
Para empezar, en ese sitio se carcajeaban cuando había cualquier agresión para Milenio. A mi no me lo van a contar.
En segundo lugar ¿pues qué esperaban? ¿Que les aplaudieran por lustrarle el calzado a Enrique Peña Nieto y a Javier Duarte un día sí y otro también a cambio de unos cuantos pesos? Además de que hizo fraude, Peña Nieto quiere privatizar Pemex. ¿Y esperan que la gente no esté enojada con los aduladores de Peña Nieto?
¿Cómo pretenden que la gente no esté enojada con los que tuvieron el descaro de venderse a Peña Nieto usando una referencia al nombre de AMLO para ese propósito?
"¡Ay ay, estás justificando la violencia!" me dijo ayer un mensito cuando hacía estas disertaciones harto filosóficas en Twitter.
No, ni madre. Y chinguen a su madre además. Yo no estoy justificando nada. Señalo la realidad tal cual. Sería pedante, arrogante, mamón y de plano imbécil de mi parte decirle a la a la gente que no esté enojada con el robo que le hicieron en 2012 y el que le quieren hacer ahora con la privatización de Pemex ya que les están queriendo robar su patrimonio como mexicanos. Hay que ser sumamente pendejo como para no darse cuenta de lo que significa el lamerle las bolas a Peña Nieto y no esperar consecuencias de la gente a la que Peña Nieto quiere robarles lo poco que les queda.
No confundan a la violencia de los porros anarquistas -que es injustificable- con la justa indignación de la gente a quien agrede el PRI. No es lo mismo.
El sitio peñanietista tiene entonces dos opciones:
1. Retirarse y dejar de estar jugando al periodismo "independiente" cuando lo único que hacen es chayote. Total; que les den chamba en la administración de Javier Duarte. Ahí le pueden lamer las bolas tooooodo el día.
2. MÍNIMO cambiarse de nombre. La gente ya no les cree su farsa.
O bien, seguir haciendo lo que hacen, pero sin chillar. No les queda. Los únicos culpables de lo que les pasa son ustedes mismos. Si no se hubieran vendido al PRI, nada hubiera pasado.
PD:Ah, y por cierto; no es posible que no se den cuenta de que por las chingaderas que está haciendo cierto mitómano de carrera ya puso en riesgo la integridad de un trabajador. No es posible que no les caiga el veinte después del incidente del domingo que lo que están haciendo es una farsa y que está MAL.
PD2: En 2006, cuando andaba en el plantón del Zócalo haciendo el documental Presidente Legítimo, me llegó a mentar la madre la gente cuando me veían con mi cámara en el hombro. No pasó a mayores. Y no le reclamé nunca a la gente. Entendí perfectamente el enorme enojo popular contra el fraude de Felipe Calderón. El mejor antídoto para evitar agresiones fue simplemente decir la verdad. Hasta la fecha, afortunadamente, la gente me sigue felicitando por el trabajo que hice en ese entonces. No pueden decir lo mismo los que se quisieron montar en el trabajo que yo hice porque simple y sencillamente no son honestos y la gente se da cuenta de quién es un esbirro del PRI y quién no.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario