Andrés Manuel López Obrador está absolutamente en lo correcto cuando dice que los foros que está organizando el Senado sobre la reforma energética privatizadora de Enrique Peña Nieto son una simulación.
Esos foros para lo único que sirven es para que la gente crea que se están escuchando a los opositores en el tema de la privatización de Pemex cuando de todos modos el PRIAN la va a aprobar por consigna.
Pero el priista David Penchyna salió con que no es una simulación. No le creo.
No le creo porque hace un par de años Penchyna tenía de "empleado" en San Lázara a Gerardo Ruiz Dosal, hijo del actual secretario de comunicaciones y transportes, Gerardo Ruiz Esparza.
Pero resulta que Ruiz Dosal estuvo presumiendo en su cuenta de Facebook viajes de lujo en jet privado por el mundo, y otros despilfarros por el estilo que no podría solventar con un sueldo de asistente de David Penchyna ni con el sueldo de Ruiz Esparza.
Y eso se llama simulación.
Entonces ¿para qué nos hacemos? El PRI quiere privatizar Pemex y AMLO ya los cachó en la movida. Las tonterías que está diciendo Penchyna, por lo tanto, son parte de esa simulación.
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