jueves, 5 de septiembre de 2013

IFE confirma fraude de Felipe Calderón al ordenar destruir boletas de 2006

Por Victor Hernández

El IFE autorizó ayer la destrucción de las boletas electorales de la elección presidencial de 2006 sin permitir que sean inspeccionadas por la ciudadanía.

El proceso de destrucción de las boletas inicia hoy y terminará en octubre.

La decisión confirma que Felipe Calderón perpetró un fraude electoral en esa elección. Mire usted por qué:

1. Ya pasaron más de 7 años desde la elección de 2006 y, por lo tanto, daría igual si se cuentan los votos voto por voto -como el propio PAN pidio en varias elecciones estatales este año-. El negarse sólo confirma que el IFE sabe que Calderón hizo fraude y le temen a la opinión pública.

2. Si las boletas ya son basura y se van a destruir de todos modos ¿qué más da si la gente las puede contar? A menos, claro, de que el IFE no quiere que se sepa que Calderón hizo fraude.

3. ¡Calderón nisiquiera está en el poder! Está el PRI. ¿Qué importa si se sabe si hizo fraude o no? De todos modos gozaría de plena impunidad por el arreglo que tiene con Peña Nieto de no tocarlo a cambio de permitir el fraude de Peña. A menos de que sea tan burdo el fraude que hizo Calderón que haciéndose público significara un escándalo de tal magnitud que llevaría a la izquierda al poder en 2018.

Vamos, es tan sencillo como esto: El que nada debe, nada teme. Pero si obviamente el IFE teme que se sepa la verdad, es porque algo debe el IFE, el PAN y el PRI.

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