El jueves pasado, de acuerdo con CNN, Enrique Peña Nieto declaró desde Rusia que enviaría dos propuestas presupuestales al congreso; una con reforma fiscal y otra sin reforma en caso de que no se aprobara.
Al mismo tiempo, el PVEM, partido satélite del PRI, estuvo cabildeando -infructuosamente- para que se aprobara el IVA en medicinas y alimentos.
Pero a la mera hora Peña Nieto sólo envió una propuesta presupuestaria y su reforma fiscal no incluyó IVA en medicinas y alimentos.
Algo pasó entonces entre el jueves pasado y el domingo que hizo que Peña se echara para atrás.
Ese algo fueron las protestas de los maestros, las cuales se expandieron del DF a varios estados y fueron constantes y sonantes.
Peña Nieto debe suponer que sin el IVA en medicinas y alimentos la gente ya no van a seguir protestando. Se equivoca. Ahora hay que apoyar a las protestas con más fuerza. Porque si bajamos la guardia, privatizan Pemex.
Y no: el no jodernos con el IVA no es hacernos ningún favor, porque de todos modos nos van a joder con IVA al transporte, a las rentas, a las hipotecas, y a la gasolina. Vaya, hasta por el cine.
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