Lo más vistoso de la reforma fiscal que envió Enrique Peña Nieto al congreso fue que no se cobraría IVA en medicinas y alimentos y que se eliminaría la consolidación fiscal, así como la eliminación del IDE y del IETU y cobrar impuestos en la bolsa de valores.
En realidad esos elementos de la reforma fiscal han sido la propuesta de Andrés Manuel López Obrador desde hace años. Y se pueden verificar leyendo el Nuevo Proyecto de Nación de AMLO, publicado en 2011.
(Lo pueden descargar en formato EPUB de este link para que vean que no miento.)
Sin embargo, varios de los aspectos de la propuesta de AMLO EPN los copió mal.
La propuesta de AMLO también incluye recortar el gasto corriente y los sueldos de la alta burocracia a la mitad. Peña Nieto se subió el sueldo a más de 260 mil pesos al mes y no especifica cuánto reducirá el gasto corriente.
AMLO propuso cobrar más ISR a los que ganen más. EPN propuso cobrar 2% más a los que ganen más de 41 mil pesos al mes, lo cual técnicamente es cobrar más impuestos a la clase media. (En Estados Unidos a alguien con ese ingreso le cobrarían 25% o menos.)
Para que realmente fuera progresivo el ISR se tendría que cobrar 40% a quien ganara más de 2 millones al año.
Hasta ahí llegan los fusiles a la propuesta de AMLO. El problema es que la reforma fiscal de Peña tiene impuestos nuevos que agreden a la clase media y a los pobres:
1. Incluye un nuevo mega-gasolinazo al eliminar por completo el subsidio a la gasolina. Eso aumentará el costo del transporte y por ende de las mercancías.
2. Incluye IVA al pago de renta y a las hipotecas. Eso quiere decir que subirán las rentas 16% y mucha gente tal vez ya no pueda pagar su hipoteca. Ese impuesto se debe eliminar ya que de lo contrario causará un caos enorme.
3. Incluye IVA al transporte público. O sea que no sólo aumentará el transporte con el mega-gasolinazo, sino que además aumentará 16% adicional con el IVA.
4. Incluye IVA a espectáculos públicos menos el teatro. O sea que si ya de por sí era caro ir a un concierto por la tajadota que se lleva Ticketmaster, ahora será más caro. Y el cine estaría subiendo alrededor de 10 pesos el boleto.
Nada de esas novedades se debe permitir ya que son la "letra chiquita" de la reforma fiscal. Y debemos apoyar a la CNTE, ya que son los únicos que han logrado poner al gobierno contra la pared.
Porque todo eso se podría pagar si Peña y la alta burocracia se bajaran el sueldo a mitad, y si se cobrara de verdad más a lis millonarios.
PD: La única novedad que no es de AMLO en la reforma fiscal es el impuesto a las bebidas azucaradas. Pero tampoco es de Peña. Ese impuesto se aprobó por abrumadora mayoría en el congreso en el sexenio de Fox, pero sólo para las bebidas que no usaran caña de azucar para apoyar a la industria cañera. Fox lo vetó. Suponemos que para quedar bien con la Coca-Cola.
UPDATE: En una versión anterior de esta columna se señalaba que se cobraría IVA en el transporte público. La reforma fiscal especifica que el transporte público en el que se cobrará IVA es el transporte foráneo. Es decir, el que va de un municipio a otro o de un estado a otro. El transporte público como el Metro, Metrobús, etc, no pagaría IVA.
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