De acuerdo con Reforma, la destrucción de las boletas electorales de 2006, elección en la que hizo fraude Felipe Calderón, iniciará hoy y terminará hasta octubre por la separación de papel y plástico de los paquetes electorales.
El IFE pretende hacerle creer a la opinión pública que se incrementa su credibilidad al destruir las boletas electorales "al no transgredir ninguno de los procedimientos legales" ya, dicem, "así es la democracia."
La realidad es que en más de la mitad de los paquetes electorales no cuadran las sumas y las restas de las actas electorales, por lo cual debió haberse hecho un recuento voto por voto.
De hecho, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación permitió que se contaran como válidas casillas electorales que tenían más votos que votantes cuando los votos de más no hacían la diferencia entre el primero y el segundo lugar, validando de esta manera el fraude de Felipe Calderón contra Andrés Manuel López Obrador.
La destrucción de las boletas de 2006 es visto como la confirmación de que López Obrador ganó las elecciones de 2006, ya que el gobierno federal panista se negó en todo momento a que se permitiera el recuento inclusive después de que Calderón ya estaba en el poder alegando que podría causar descontento social.
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