Dije en esta columna sobre las cinco mentiras de Enrique Peña Nieto sobre la privatización de Pemex que es un engaño el ofrecimiento de "cientos de miles de empleos" que ofrece Peña Nieto para que la gente acepte la reforma energética privatizadora debido a que la mayoría de los empleos que se generan en México son mal pagados.
Pues bien, el diario The Washington Post me dio la razón, ya que recientemente mostró que los sueldos de los trabajadores de las empresas privadas que ya operan desde hace años en Pemex son malos y el trato que le dan a los trabajadores es deplorable. Mire usted:
Voy a mencionar algunos fragmentos de un artículo de Washington Post titulado "Trabajadores petroleros mexicanos temen propuesta de Pemex", firmada por Stephanie McCrummen y publicada el 13 de agosto pasado, el cual se refiere a Ciudad del Carmen:
"Trabajadores (para empresas privadas en Pemex) se reunen para quejarse de sueldos bajos y jefes corruptos."
"Mientras que los oficiales del gobierno prometen que nuevos trabajos y oportunidades aparecerán de la apertura de Pemex a inversionistas extranjeros, los trabajadores sicen que ya han experimentado una especie de privatización que ocurren en el monopolio del Estado desde hace décadas, dando contratos a empresas que contratan trabajadores lo más barato posible para dar mentenimiento a las plataformas a lo largo de los masivos campos petroleros de esta ciudad costera."
Eso quiere decir, damas y caballeros, que si se aprueba la reforma energética que quiere Peña Nieto, los únicos empleos que generará serán mal pagados e imperará la corrupción.
Cita el artículo del WP a un trabajador de las empresas privadas, quien dijo sobre la reforma energética:
"Todo es para el beneficio de los grandes empresarios. Los ricos se harán más ricos y los pobres más pobres."
El WP dice que este mismo comentario lo repiten docenas de trabajadores de las empresas privadas en Pemex entrevistados por la reportera que lo escribió.
Uno de los trabajadores dice:
"Imagínate, voy a la plataforma a las 3:00 AM, y no me han pagado mi salario en dos meses. Y hay miles como yo... ¿sabes cuánto dinero el dueño puede hacer jugando con nuestro salario por dos meses?"
Pero además, los trabajadores temen que con la reforma energética los abusos que ellos sufren a manos de las empresas privadas en Pemex se multipliquen.
Si la promesa de Peña Nieto es miles de empleos en esas condiciones, realmente no le conviene a los trabajadores la reforma energética.
"No importa, yo lo que quiero es gasolina barata", dirán algunos. Pues les tengo noticias: la gasolina NO baja de precio con empresas privadas. Al contrario: sube de precio. En Estados Unidos, por ejemplo, cuesta entre 13 y 14 pesos el litro.
Por donde la vean, la reforma energética de Peña Nieto es dañina para el país. Y las promesas de Peña Nieto de jauja y abundancia con la reforma energética privatizadora son una vulgar mentira.
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