El documento se titula "Las Relaciones México-UE: Un Balance Desde la Sociedad Civil Mexicana" y tiene fecha de agosto de 2013.
En el documento se establece lo siguiente:
"Es conocido que las grandes trasnacionales europeas -a través de sus gobiernos- que han presionado e insistido ante México por la liberalización total del sector energético, son son duda las más agresivas para competir en este terreno."
En el caso específico de Shell, dice el estudio, la trasnacional ha manifestado su intención de competir en la generación de energía y distribución de gas natural.
Además, trasnacionales europeas han buscado concentrar poder en sectores sensibles como el agua, servicios financieros, energéticos, electricidad y petróleo.
Por si fuera poco, el documento señala a las empresas españolas que operan en el Istmo de Tehuantepec como responsables del encarecimiento de precios, erosión del tejido comunitario y deterioro del medio ambiente.
Todo esto debido a que el Acuerdo Global México-UE en vigor desde 2000 no ha tenido los resultados pronosticados.
"En ese mismo balance se indica que la presencia de empresas europeas en sectores estratégicos como el agua, la electricidad y la banca no han promovido la competencia, sino por el contrario, un mercado oligopólico con altos precios y diversos abusos para los consumidores. Estas prácticas aunadas a la falta de regulación gubernamental les han permitido obtener grandes utilidades", denuncia el documento.
No sólo eso; el estudio también denuncia el ensanchamiento del déficit comercial y las violaciones a los derechos humanos, ambientales y laborales, como algunos de los impactos registrados en el marco de la asociación entre México y la Unión Europea.
Reforma señala que el documento fue elaborado por grupos como la Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción al Desarrollo (ALOP) y sindicatos como la Central Campesina Cardenista, además de haber contado con el apoyo de la Delegación de la UE en México.
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