Ayer el gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto presentó una supuesta Estrategia Naciona para el Control de la Obesidad y la Diabetes, pero sin combatir el consumo de comida chatarra.
La "estrategia", dice El Universal, consiste en un nuevo etiquetado para los productos, creación de espacios para la activación física en las escuelas, y regulación de publicidad dirigida a los niños.
Pero NO incluye prohibir chatarra en las escuelas o subirle los impuestos.
Es más: el gobierno priista dijo que no se tiene contemplado en la estrategia subir impuestos a los refrescos, ya que "representa sólo un pedacito del impacto."
Pues sí, pero por eso también se tendría que prohibir la chatarra en las escuelas, subir impuestos a las frituras, pastelitos y comida rápida, prohibir o cargar con fuertes impuestos la fructuosa de maíz y los aceites saturados (ya lo hicieron en Seattle desde hace años), y lo más importante: Apoyar al campo para que se pueda distribuir comida realmente nutritiva en vez de chatarra.
Pero con payasadas como cambiar de etiquetas no van a reducir la obesisda. Nadamás van a despilfarrar dinero y el problema va a seguir igual.
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