Ayer un seguidor de ultraizquierda de Andrés Manuel López Obrador se le acercó en un mitin en Tláhuac y le reclamó por apoyar al Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera.
El reclamo ocurrió luego de que AMLO dijera de manera explícita "no sé ustedes, pero yo estoy satisfecho, (de Mancera)".
El ultra le dijo entonces a AMLO "no puedes estar satisfecho con eso, reprimió una manifestación."
AMLO quiso componer las cosas diciéndole al ultra "serénate, nomás escucha esto, ahí les va la pregunta a ustedes: ¿Consideran que está haciendo buen trabajo Mancera?" Pero la gente le respindió que no.
Reforma publicó, además, que un joven acusó a AMLO de "traidor" por permitir que Mancera "quite programas sociales" y además alegó que AMLO ya no tenía la misma representación del pueblo.
Empecemos por lo obvio: es mentira que Mancera haya reprimido una manifestación. El 10 de junio se arrestó a unos cuantos anarquistas que actuaron con violencia contra la policía. A los que fueron grabados haciéndolo les dictaron auto de formal prisión (y salieron libres bajo fianza). Donde no hubo pruebas, se liberó a los detenidos.
También es mentira que Mancera haya quitado programas sociales. Esa es una patraña que publicó a 8 columnas La Jornada, supongo que para quedar bien con Enrique Peña Nieto. Pero la propia nota decía que los programas sociales no desaparecen, sino que varios que eran redundantes se consolidaron en uno sólo.
Aclarado lo anterior, se debe decir ahora que quienes creyeron y siguen creyendo esas patrañas son los ultras; los que son seguidores de Andrés Manuel e inclusive los que son tan ignorantes que hasta creen que AMLO es un "traidor".
Más lamentable aún: por creer esas patrañas, algunos seguidores de AMLO han abonado a la división en la izquierda que tanto quiere el PRI.
Pero lo verdaderamente grave no es eso, sino el hecho de que quien ha permitido que la ignorancia se apodere de sus seguidores es el propio Andrés Manuel López Obrador.
Durante meses, los seguidores más ultras de AMLO atacaron sin descanso a Mancera, tachándolo hasta de priista cuando no es el caso y el propio AMLO sabe que no es el caso.
Durante meses, AMLO no dijo ni media palabra. Dejó que sus seguidores atacaran con saña al gobierno del DF, lo único que le queda a la izquierda para presumir ante el electorado, a sabiendas de que estaban usando mentiras contra Mancera.
Ahora, el fanatismo y la ignorancia de los ultras llegó al punto en el que no sólo están acusando a Mancera de quién sabe qué patraña, sino además ya se le empezaron a voltear al propio Peje.
La razón es sencilla: porque AMLO ha permitido que sus seguidores crean que todo lo que no es AMLO y MORENA es corrupción y priismo.
Irónicamente, van por lo menos dos elecciones internas de MORENA que han tenido que ser anuladas por fraude y corrupción: La de Guanajuato y la de Ecatepec.
Por sostener un discurso de supuesta pureza ideológica que ni él se creía -puesto que sabía de las irregularidades en las internas de MORENA- Andrés Manuel produjo seguidores de plano fanatizados, para quien ahora ni la palabra de AMLO vale y que a lo único que llevarán a MORENA es a la derrota electoral por negarse a entender que sin estrategia, y con aislamiento, no hay triunfos en las urnas.
Lamentablemente, el aislamiento que AMLO sigue predicando al atacar al PRD, echando un mismo costal a todos sus militantes cuando en realidad son sólo una tribu la que se alió con Peña Nieto (los chuchos), y los demás se oponen a Peña, va a terminar haciéndole mucho daño a la izquierda y a MORENA en particular.
¿De qué sirve tener a seguidores fanatizados si van a alejar al voto de los independientes o de los panistas arrepentidos que no quieren votar ni por el PRI ni por el PAN?
Y sin ese voto, no se le podrá ganar al PRI.
AMLO debe dejarle bien claro a la gente que fue él quien se equivocó al permitir que la gente creyera que Mancera es enemigo cuando en realidad no lo es. Y debe empezar a dejarle bien claro a sus seguidores que si siguen atacando a la izquierda, no habrá triunfos electorales ni para MORENA ante la división del voto.
Porque desafortunadamente, los ultras no entienden razones. Sólo entienden el dogma que AMLO les de.
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