Desde hace meses se han registrado asesinatos políticos en el país. Precandidatos y candidatos de varios partidos han recibido amenazas o de plano han sido asesinados, como ocurrió ayer con un candidato de Movimiento Ciudadano en Durango.
Apenas unos cuantos días antes una candidata del PRI en Oaxaca fue acribillada y un hijo de un coordinador de campaña en Sinaloa fue ejecutado.
Vaya, hay denuncias por inseguridad contra candidatos en Sinaloa y Chihuahua, sólo por mencionar dos estados donde el crimen organizado ha recrudecido la violencia.
Y en vez de hacer algo al respecto, el gobierno federal priista lo único que ha hecho es acordar con los partidos del Pacto por México no tocar el tema de la inseguridad durante las campañas.
No lo estoy inventando. Lo balconeó el PAN cuando se hartó de que Peña Nieto no hiciera nada sobre el problema de la violencia contra los candidatos.
La pregunta es: ¿Peña no está haciendo nada por ineptitud o porque así le conviene al PRI?
Lo veremos este domingo. Si la violencia en el país afecta menos al PRI que al resto de los partidos, habrá que preguntarnos si fue porque así lo planeó el PRI, o si simplemente es por la incapacidad de Peña Nieto para gobernar.
En cualquiera de los dos escenarios, Peña Nieto sale mal parado. Lo lamentable, es que el PAN y el PRD no han querido romper el pacto pese a esta lamentable situación.
PD: Y de pilón el gobernador priista de Durango, Jorge Herrera, pide que no se politice el asesinato del candidato de MC. Eso es ser un miserable. Porque no es uno, sino varios los ataques a candidatos en varios estados del país.
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