Enrique Agüera, candidato priista a la alcaldía de Puebla, perdió de manera bochornosa contra la coalición PAN-PRD: lo aplastaron con 9 puntos de diferencia según el PREP.
Esto ocurrió a pesar de que desde hace meses -y particularmente en la última semana- el operador de bots del PRI, Enrique Aquino, estuvo tratando de inflar de manera artificial a Agüera en Twitter quesque para promoverlo y ver si así lograba, posicionando todo tipo de hashtags en los trending topics de la red social en México.
Pero al final, Aquino fracasó.
Posicionar hashtags usando bots y clickeros no le funcionó al PRI porque cada vez que pasó eso, inmediatamente miles de twitteros de verdad respondían de inmediato al ardid y tundían a Agüera, generándole más percepciones negativas que positivas.
Inclusive cuando pretendieron usar bots para tirarle caca a Tony Gali, de inmediato los twitteros mexicanos se la respondían con videos y fotografías comprometedoras de Agüera.
¿De qué sirvió entonces tener a Enrique Aquino en la campaña de Agüera -y en el PRI en general- si nada de lo que hizo dio resultado? Todo el presupuesto que gasta el PRI en inflar hashtags de manera artificial en Twitter al final lo usan los twitteros para tundir al PRI y de pasada a Enrique Peña Nieto. Literalmente, el PRI está pagando para les peguen. (Je. Mensos. XD).
Lo hemos dicho en este blog: agüera hizo muy mala fama desde 2012, cuando fue señalado por twitteros, para empezar, por usar una fotografía alterada para parecer jovencito esbelto de 18 años cuando en realidad se ve así:
Lo acusaron también de amenazar hasta de muerte a otros twitteros. Y en general causó tanto rechazo entre la red social que es en la actualidad uno de los personajes más repudiados por el colectivo de hacktivistas Anonymous.
En otras palabras, son tantos los enemigos que tiene Aquino en Twitter que en vez de activo, parecería que al PRI ya le está resultando un pasivo. Simplemente, lo que haga Aquino en Twitter es inmediatamente echado abajo por miles de twitteros de carne y hueso que tienen a Aquino en su lista de plagas cibernéticas a combatir.
Y OJO: Aquino no "hace ruido" ni "mueve a Twitter." Causa repudio y genera repudio a lo que promueve entre muchos twitteros, que es distinto. Eso no es el tipo de fama que le pueda redituar a una campaña política o a un partido. Es más bien algo parecido a lo que Mario Marín le ha generado al PRI en términos de aceptación ciudadana.
Razón por la cual considero que si el PRI no quiere que siga creciendo el repudio en su contra, debe dejar de pagarle a gente como Enrique Aquino, o como a Sergio José Gutiérrez. Lo que hacen no genera simpatías entre la gente. Genera rechazo y hartazgo, ya que la imagen que tiene ante varios usuarios de Twitter, en buena parte por su ávatar photoshopeado, es de deshonestidad y falsedad.
¿Quieren que Enrique Aquino y Sergio José Gutiérrez hagan algo de verdad de provecho para el PRI? Bájenles el sueldo a nivel de conserje y pónganlos a lavar los baños del CEN.
Afortunadamente para la izquierda, dudo que el PRI vaya a hacer caso a estas sensatas recomendaciones. Lo cual me parece magnífico, ya que mientras más se metan Aquino y Sergio José Gutiérrez a tratar de inflar al PRI en Twitter, más va a repudiar la gente al PRI.
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