(Publicado en Espacio Murena: http://www.espaciomurena.com. Presentamos la segunda parte de otro ensayo inédito del filósofo argentino referido a la religiosidad contemporánea y a los principales aportes de Heidegger, Lacan, Derrida y Nancy en esta cuestión.) El Dr.Schreber en Memorias de mi malestar nervioso (pp 254-155) hace mención a la pintura de Francisco Pradilla, Las travesuras del amor, allí él reconoce sus experiencias, esas experiencias que el Dr.Schreber vivía en su cuerpo. El Dr Schreber convocó la atención de S. Freud y de J.Lacan. Hoy sabemos que el Dr. Schreber ofreció, escribió y esperó que de la lectura de sus Memorias... se obtuviese alguna enseñanza sobre lo que le ocurre a nuestras vidas cuando Dios desfallece o cuando no responde o cuando él tiene dificultades para sostenerse... El texto de Oscar del Barco aproxima interrogantes respecto de estos donde ha caído una imagen de Dios.
Cuatro citas
La primera pertenece a un trabajo de Jean-Luc Nancy sobre los lugares divinos: “Hay que decir cosas simples: la experiencia religiosa está agotada. Es un inmenso agotamiento. (…) No hay retorno de lo religioso: hay contorsiones y redundancias de su agotamiento. Que este agotamiento de lugar a otra inquietud por los dioses, por su errancia o desaparición infinita, e incluso por la nada de dios, es otro asunto: es completamente otra cuestión que no puede compararse con las tenazas de lo religioso, ni por lo demás con las del ateísmo” (traducción de Gabriela Milone). Todo esto leído sobre el telón de fondo de la llamada muerte de dios (pero si dios existió: ¿cómo pudo morir?). Y si no existió ni existe: ¿cómo puede morir?… Respecto al texto de Nancy habría que ver qué se entiende por “religión” para luego saber si realmente está “agotada”…
La segunda está tomada del libro Glas, de Jacques Derrida (II, p. 296). Se trata de la diferencia entre Kant y Hegel, o de la crítica de éste último a Kant: “Pretender pensar la religión absoluta, verdadera y revelada, manteniendo −como hace Kant− los límites de una subjetividad finita [digamos, del hombre], es prohibirse [o impedirse a sí mismo] pensar aquello que se dice pensar, es no pensar lo que ya uno piensa, es charlatanear −en la infidelidad, la idolatría, la abstracción formalista del entendimiento−”. Hegel: “El concepto de religión verdadera, vale decir de la que tiene por contenido el espíritu absoluto, implica esencialmente que ella sea revelada y revelada por Dios” y agrega Hegel, quien refiere, si se lo mira bien, todo su pensamiento: “La historia de las religiones coincide con la historia del mundo”, o, en otras palabras, “el ser de dios es absolutamente presente, manifiesto, allí” (cit., p. 296-297). Digamos: dios no necesita demostración porque es manifiesto, es lo que se revela más allá o fuera de todo concepto, es lo abierto y dado como tal. Tal vez, y digo tal vez por el suspenso que nos producen estas frases, Kant diga algo parecido: Kant no dice que dios no necesita demostración sino que no puede demostrarse (¡porque toda “demostración” es hecha por y a partir del hombre, con sus propias categorías, vale decir de una manera idolátrica!).
La tercera es de Jacques Lacan, de su conferencia de prensa en Roma, en 1974: dice que “la religión es inquebrantable”, que uno “no se puede imaginar la potencia de la religión”, que la “verdadera” (dice: la cristiana) “tiene recursos inimaginables” para absorber −digamos− los descubrimientos formidables de la ciencia, puede darles un “sentido”, “Es capaz de dar un sentido a cualquier cosa…”; “desde el comienzo la religión consiste en darle un sentido a las cosas que antes eran cosas naturales” (yo subrayo). Es raro, ¿comienzo? ¿naturales?: en el comienzo la religión (¿el lenguaje?) da “sentido” a las cosas “naturales”…
La última pertenece a la entrevista publicada por la revista Der Spiegel después de la muerte de Heidegger, quien dice “Si puedo permitirme una respuesta breve pero que es el fruto de una larga meditación, debo decir que la filosofía no podrá producir un cambio inmediato en el estado presente del mundo (…). Sólo un Dios puede aún salvarnos. La única posibilidad que nos queda (…) es la disponibilidad para la manifestación de ese Dios o para su ausencia en la catástrofe (…)”…
*** ver texto íntegro en :http://www.escucharte.info/2013/06/oscar-del-barcoactualidad-de-la.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario