Ayer por la noche la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL) decidió suspender el apagón analógico en Tijuana hasta que pasen las elecciones estatales de Baja California del 7 de julio.
Esto a pesar de que sólo falta un mes y una semana y difícilmente la falta de televisión de menos de 14 hogares en Tijuana podría hacer que cambiaran de opinión suficientes votantes como para cambiar el resultado de las elecciones.
Y aunque 14 mil hogares cambiaran de opinión ¿y? El el único afectado sería el PRI, que tiene la mayoría de los spots de televisión.
Pero eso resultaría irrelevante si consideramos que el PRI de todos modos está comprando votos.
¿Ah, lo dudan? Vean estos bonitos productos que el candidato del PRI, Fernando Castro Trenti está repartiendo para coaccionar votos:
¡Hasta en los pinches paquetes de arroz y de sala de tomate! ¡NO MAMEN!
Lejos de ser un problema para la democracia, la falta de televisión podría convertirse en un gran experimento para determinar qué tanto realmente afecta la televisión al voto, ya que se tendría un grupo de votantes que no estarían expuestos a la televisión y cómo voten no dependerá de ese factor.
Si la televisión no cambia el sentido de su voto, entonces hasta se podrían prohibir los spots de campaña simplemente por el gasto que representa el hacerlos tan sólo para que nadie los pele.
Y si sí cambia el sentido del voto, la afectación en esta elección sería, como dijimos, realmente menor.
Pero además, como también dijimos, si consideramos que el PRI está comprando votos y el IEPCBC se hace de la vista gorda ¿pues qué más da?
Que no mame la COFETEL, de verdad. Deberían tener un poco más de tamaños y no ceder ante los caprichos de las televisoras.
PD: Con otro detalle: La alianza PAN-PRD no va a participar en el resto de los debates por la parcialidad que el IEPCBC ha mostrado hacia el PRI. ¿Entonces qué chingados importa si hay tele o no? Payasos.
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