
EL 18 de junio de 2012, blogdeizquierda.com dio la primicia -y de hecho fue el único medio que lo divulgó- de que Manuel Cossío, quien había infiltrado a #YoSoy132, trabaja con Emiliano Salinas, hijo de Carlos Salinas de Gortari.
Fuimos, por consiguiente, los primeros en señalar que Cossío era priista más de un año antes de que Proceso y Contralínea lo publicaran.
Proceso y Contralínea señalan que Cossío ahora trabaja para el CISEN, con un sueldo de 171 mil pesos al mes, como director de información de "fuentes alternas".
Eso a lo que suena es a que está encargado de regentear a un grupo que espía a redes sociales y a movimientos sociales organizados en internet.
En sí, eso no debería sorprendernos. El PRI simplemente está premiando a quien le hizo trabajo sucio.
El verdadero problema es otro: si el CISEN tiene una división de espionaje político para redes sociales y activistas coordinados en internet, entonces lo que tenemos es que la izquierda que organiza protestas en redes sociales está completamente infiltrada por el PRI.
Eso explicaría por qué en todas y cada una de las protestas que se han organizado en Twitter, siempre, invariablemente, aparecen encapuchados que vandalizan y actúan con violencia. A esos encapuchados no se les veía antes y nunca aparecieron en una sola manifestación de Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo. Aparecen a partir del momento en el que Enrique Peña Nieto llega al poder.
Peor: La izquierda no ha hecho absolutamente NADA para quitarse de encima a los infiltrados a pesar de que claramente el PRI tiene a gente pagada espiándolos. Siempre los dejan operar y cuando les descalabran la protesta nadamás se ponen a chillotear que los infiltraron por enésima vez.
¡Pero si son los manifestantes los que se dejan infiltrar y no sacan de la protesta a los encapuchados!
Manuel Cossío debe reirse a carcajadas cada vez que hay una marcha organizada en internet. Sabe que tiene a su gente operando y reventarlos es de lo más sencillo. ¿Y a quién culpa la izquierda? No a Cossío, desde luego, sino ¡a Miguel Ángel Mancera!
Lo dije en esta columna y lo reitero: la izquierda se está dejando infiltrar por pazguata y en vez de resolver el problema, se la pasan haciendo berrinche contra Mancera.
NO puede la izquierda seguir permitiendo que encapuchados se les peguen a sus marchas y mítines. Invariablemente son ellos los que causan los problemas y, a juzgar por lo que están balconeando de Cossío, no debería sorprendernos que respondieran al CISEN.
Peor: el sector más ultra de la izquierda se la pasa defendiendo a los encapuchados sin cuestionar de dónde vienen, por qué vandalizan y por qué actúan con violencia. SIEMPRE los dejan sumarse a sus manifestaciones y SIEMPRE causan problemas.
Si la ultraizquierda no va a ser capaz de evitar dejarse infiltrar por el CISEN, de plano tiene un grave problema. Porque quiere decir que está operando para el PRI sin siquiera darse cuenta.
PD: Falta saber cuántos infiltrados del CISEN están operando en Twitter haciéndose pasar por "izquierda" pero en realidad con la consigna de destruir a la izquierda, atacando a Mancera y a los que defendemos al GDF.
PD2: En 2006 un grupo de panistas infiltraron al blog de DonTriana "El Sendero de Fecal", prometiéndole que iban a mejorarlo. En realidad lo que hicieron fue botarlo de su propio blog y usarlo para denostar a AMLO. Fui yo quien, gracias a la ayuda de un lector que hackeó a los panisyas, le regresé el control de su blog a DonTriana, no sin antes cagotearlo por haber sido tan tarugo como para dejarse chorear tan fácil. En los años que llevo haciendo periodismo ciudadano en internet JAMÁS he bajado la guardia y JAMÁS he permitido que nadie colabore conmigo si no pasa un muy riguroso escrutinio. Me sorprende -y me encabrona- que en la izquierda no puedan tomar las más elementales precauciones para no dejarse infiltrar por priistas. En vez de aceptar la responsabilidad de asegurarse de que no dejarán pasar a infiltrados, prefieren lloriquear que por enésima vez los infiltraron y la policía no agarró a los infiltrados. Pero no es responsabilidad de la policía detectar infiltrados. Es responsabilidad de la izquierda no dejarlos pasar desde el principio. Mientras la izquierda no entienda eso, estará perdida.
