Por Victor HernándezEnrique Peña Nieto trató de decirle "bienvenido" al presidente chino, Xi Jinping, pero acabó cambiándole el nombre.
No, la revista Proceso no tenía por qué retirar su nota en la que dijo que le cambió el nombre ni tenía por qué disculparse. Peña Nieto sí se equivocó. Vea usted por qué:
El error de Peña Nieto estuvo en la redacción del discurso que leyó -y el cual, obviamente, él aprobó- ya que la manera en la que está redactado hace parecer como si le estuviera cambiando el nombre a Xi Jinping.
El equivalente a la estupidez que hizo Peña Nieto sería el albur: "Está bien que chifles, pero a tu madre la respetas." La mala organización del lenguaje en el discurso de Peña Nieto claramente generó la percepción de que le estaba cambiando el nombre al presidente chino.
Peor: Peña Nieto obviamente no sabe mandarín. El pronunciar mandarín mal, como lo hizo, sin dar algún aviso de lo que estaba tratando de hacer, es de pena ajena.
La manera adecuada de haber dado la bienvenida en mandarín a Xi Jinping hubiera sido decir, "Señor presidente de la República Popular China, haciendo honor a su idioma, huan yíng, huan yíng".
Esta pifia de Peña Nieto de pretender decir en otro idioma lo que no sabe no es nueva. Lo hizo también en campaña en 2012 cuando trató de decir "muchas gracias" en Náhuatl y acabó diciendo "muchas tortillas":
http://youtu.be/cLlRfpaEIYw
NOTEN en el video cómo en ese lamentable incidente Peña Nieto sí dijo "como ustedes dicen" (¡y aún así la cagó!) Debió haber hecho lo mismo en el discurso del presidente chino.
Desde luego, los lambiscones de Peña Nieto que reciben chayo de Xalapa (como cierto sitio que solía ser pejista y ahora es peñanietista) ahora pretenden no sólo justificar la estupidez de Peña Nieto, sino además pretenden hacerle creer a la gente que los que se burlaron de Peña Nieto por cambiarle el nombre a Xi Jinping "hicieron el ridículo".
No; los que hacen el ridículo son los que defienden a Peña Nieto, ya que Peña sí se equivocó, pero sus defensores, pues tienen que desquitar el chayo.
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