Tres priistas, integrantes de campañas de candidatos a alcalde de un municipio de Sinaloa, y a diputada local de Oaxaca, fueron ejecutados a balazos ayer.
En Oaxaca la candidata a diputada Rosalía Palma fue emboscada y herida de bala, mientras que su esposo y su sobrina murieron en el ataque. Y en Sinaloa murió el hijo del coordinador del candidato del PI a alcalde de Guadalupe y Calvo.
Previo a eso ha sido levantado y ejecutado un dirigente perredista y han sido amenazados candidatos panistas en Chihuahua.
La realidad es muy sencilla y muy grave: Enrique Peña Nieto no le puede garantizar seguridad a nadie en México. Ni a su partido. Mucho menos le puede garantizar la seguridad al resto de los mexicanos.
Y apenas van 6 meses de este sexenio. Lo que falta, no tengo la menor duda, será mucho peor.
Por eso el PRI no debe seguir en el poder y se le debe derrotar en las urnas.
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