Por Victor HernándezDe buenas a primeras el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, se echó encima un pleito con Felipe Calderón luego de sugerir que podría remover como coordinador de los panistas en el Senado a Ernesto Cordero.
La amenaza de Madero a Cordero, uno de los principales achichincles de Felipe Calderón junto con Javier Lozano Alarcón, causó una reacción inmediata por parte de los senadores afines a Calderón, incluyendo a Lozano, a Roberto Gil Zuarth, a la hermana de Calderón, Cocoa, y a la otra pariente de Calderón, Mariana Gómez del Campo, entre otros senadores que respaldaron a Cordero.
El único que no respaldó a Cordero fue Javier Corral, quien es adversario de Calderón (o por lo menos es lo que todos notan, ya que Corral no lo ha dicho publicamente).
Cordero, por su parte, está tranquilo y dice que no va a pasar nada cuando le preguntaron sobre la posibilidad de que lo relevaran. ¿Le sabe algo a Madera como para no tenerle miedo?
La pregunta entonces es: ¿y entonces a quién está sirviendo Madero? Obviamente a Calderón no.
El detalle es que la amenaza contra Cordero ocurre luego de que Cordero presentara una iniciativa de reforma política con el PRD fuera del Pacto por México.
¿A quien afecta no seguir el pacto por México? A Enrique Peña Nieto.
Por lo cual vale la pena que nos preguntemos: ¿Está entonces Madero operando para Peña Nieto?
Que responda Madero.
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