El monero de la derecha pretendío tirarle caca a los maestros que protestan por la reforma educativa tratando de compararlos con un maestro de química que él tuvo cuando era menor (en los 70s, unos se imagina).
Que porque su maestro de química hacía sus propios apuntes y los mimeografiaba; que porque vivía en una casita modesta; porque vestía dos trajes por respeto a la clase; y que porque no le importaba que el alumno aprobara, sino que aprendiera.
Y pregunta -obviamente para desinformar- cuántos docentes hoy piensan como ese maestro.
Ah que hablador. Mire usted:
1. El monero de la derecha no dice que con lo que gana un maestro hoy en día, y con la enorme pérdida del poder adquisitivo, a un maestro no le alcanzaría ni para una casita modesta. Tampoco para dos trajes.
2. Dice el monero de la derecha que él reprobó la clase de química de ese maestro. Eso le hubiera costado hoy en día que reprobaran al maestro en la evaluación que le piensan hacer a los maestros para tenerlos controlados.
3. Al rechazar la reforma educativa, los maestros lo que están diciendo es precisamente que no se les puede medir en base a un examen, ya que las condiciones de cada grupo de alumnos son distintas. En otras palabras, lo que importa no es que aprueben, sino que enseñen.
4. Paréntesis: admite el monero de la derecha que ya se le olvidó lo que le enseñó su maestro de química A PESAR de que le dio clases particulares. Es decir, admite que el problema no son los maestros, sino los alumnos.
Por último, si se rechazara la reforma educativa, se le pagara mejor a los maestros, las escuelas rurarles no fueran de piso de tierra, y si el poder adquisitivo de los mexicanos alcanzara para vivir, habría más maestros como el maestro de química del monero de la derecha, y menos maestros protestando.
Pero eso el monero de la derecha no lo dice porque sabe que solito se haría el candado.
En fin...
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