Horas antes de que ocurriera el deslave que le costó la vida a 7 personas y dejó heridas de gravedad a otras 5, un usuario de Twitter informó a Caminos y Puentes Federales, por medio de la red social, que la carretera Méxic-Querétaro estaba a punto de dessgajarse.
"@CAPUFE entre el kilómetro 75 y 74 de la carretera Querétaro México esta a punto de desgajar tramó del cerro hacia el carril de baja", fue lo que tuiteó a las 2:20 de la tarde el tuitero Ricardo Miranda (@rickros_1), pero el gobierno de Peña Nieto lo ignoró.
Ayer, el secretario de comunicaciones y transportes, Gerardo Ruiz Esparza, de cuyo junior presume opulencia inexplicable en su cuenta de Facebook, pretendió tapar el asunto diciendo que que de haber sabido sobre la alerta se hubiera atendido de inmediato.
Es decir, admitió que tampoco sabía a pesar de que se hizo una advertencia directa a una de las dependencias bajo su responsabilidad.
¿Tanto le costaba a CAPUFE o al propio Ruiz Esparza revisar los tuits sobre la condición de las carreteras a sabiendas de las condiciones climatológicas que había?
No, obviamente no le costaba nada poner un poco de atención. Pero el gobierno de Peña Nieto no lo hizo por negligencia, y por ineptitud.
Usualmente la ineptitud y la soberbia del PRI en el gobierno le cuesta dinero al erario -es decir, a todos los contribuyentes- pero ahora costó 7 vidas.
Esa es otra más de las muchas razones por las cuales el PRI no debe seguir en el poder y debe ser removido por medio del voto.
Y a Ruiz Esparza lo menos que le deberían de hacer es despedirlo por inepto. Si no lo despiden, será porque es el enlace con los cuates de Peña Nieto para hacer jugoso negocio con obras públicas con dinero del erario.
Recuerden eso cuando vayan a las urnas.
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