Impactante la nota de El Universal de esta mañana en la cual se describe la manera en la que unas mil personas del municipio de Buenavista Tomatlán, Michoacán, le impidieron el paso a un convoy del ejército mexicano y les dijeron en su cara no sólo que no van a renunciar a sus armas, sino que además se vayan a combatir a los Caballeros Templarios en Apatzingán.
Todo empezó cuando el ejército pretendía convencer a la gente de Tomatlán dejar las armas a cambio de que se pusiera un retén a la entrada del pueblo en un lapso de uno a tres meses.
(La sugerencia en sí es pazguata: ¿o sea que los retenes REDUJERON la violencia en México el sexenio pasado? ¡Por favor!)
Pero la gente le reviró diciéndole que no; que no van a entregar las armas porque ejecutaron a 16 personas y desaparecieron 36 más, incluyendo mujeres, ancianos y niños en los últimos 4 meses a manos de los Caballeros Templarios.
Les dijeron que fueran con ellos a ver las casas llenas de balazos y les echaron en cara que cuando empezó la violencia el ejército ni se aparecía.
Y cuando los militares se quisieron poner bravucones diciéndole a la gente que les dijeran dónde estaban los Templarios, les reviraron de inmediato "¡En Apatzingán!"
El Ejército salió entonces con que todo el que tenga armas está fuera de la ley, pero la respuesta que que no van a dejar las armas porque no confían en el gobierno (léase en Enrique Peña Nieto) y porque están bajo amenaza de los Templarios.
Vaya, les ofrecieron hablar directo al celular del titular de la SEDENA, Salvador Cienfuegos, pero la gente de Tomatlán les dijo que no. Que porque si se desarman los templarios entran a matarlos a todos a sus casas.
Eso, damas y caballeros, tiene nombre. Se llama ESTADO FALLIDO, y es exactamente a lo que Enrique Peña Nieto está llevando a México.
Es por eso que el PRI debe ser removido del poder por medio del voto.
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