El nieto de Murillo Karam con su abuelo y EPN. |
No nos hagamos. El caso de la golpiza que le puso el nieto de Jesús Murillo Karam, titular de la PGR, a Alexia Imaz, hija del director del CISEN, se convirtió en exactamente lo mismo que en su momento fue el caso Lady Profeco.
Un junior priista priista llamado Gerardo Saade Murillo viola la ley metiéndose a una casa para golpear de manera salvaje mientras dormía ¡a la hija del director del CISEN! y justo cuando la víctima lo iba a denunciar ante las autoridades, inexplicablemente se desiste a pesar de que un ojo con hematomas por la golpiza.
¿Por qué? ¿Le contó a su papá y luego el papá le contó a Murillo Karam tan sólo para que Murillo le pidiera al papá que le pidiera a la hija no demandar?
Se da a conocer el escándalo y la PGR, a pesar de que no es de su jurisdicción ni incumbencia como institución, emite un comunicado solapando de manera velada al junior en cuestión, alegando que cuando le puso la golpiza a la hija del director del CISEN estaba "afectado emocionalmente" pero que está muy arrepentido.
Como si eso lo justificara.
Sea o no el caso, una cosa es cierta: Es realmente difícil pensar que alguien se podría meter a la casa de la hija del director del CISEN a golpearla si no se sabe de antemano IMPUNE.
¿Qué pasó en el caso de Lady Profeco? Una junior priista de nombre Andrea Benítez hace un berrinche en un restaurante (seguramente estaba "afectada emocionalmente") porque, llegando sin reservación, no le cumplen el capricho de darle una mesa que estaba apartada par alguien más. Va a la PROFECO y manda a 4 inspectores a que clausuren el restaurante.
Cuando estalla el escándalo, la susodicha y su papá dicen que la niña está muy arrepentida.
Lo cierto es que de no saberse impune, no hubiera mandado a los inspectores.
En el caso Lady Profeco, el titular de la dependencia, Humberto Benítez, alega que él estaba hospitalizado cuando ocurrieron los hechos y por lo tanto no tiene nada que ver.
De cualquier manera lo despiden alegando que se había deteriorado la imagen de la PROFECO.
En el caso Gentleman PGR, se pretende excusar a Murillo Karam diciendo que no fue él el que le dio la golpiza a la hija del director del CISEN, pero sí la PGR, a su cargo, la que emitió un comunicado que no tenía por qué emitir con una defensa velada del nieto golpeador.
Con ese comunicado, y con la sospecha de que Murillo Karam intervino para que quedara impune su nieto, se deteriora la imagen de la PGR, por lo cual, si realmente fuera congruente, Enrique Peña Nieto tendría que cesar a Murillo Karam.
De no despedir a Murillo Karam, Peña Nieto estaría demostrando que el despido de Humberto Benítez NO fue por deterioro de la imagen de Profeco, sino por tratar de hacer cortina de humo ante el creciente escándalo por el caso Andrés Granier.
Porque, vamos, en redes sociales también acusan a Enrique Peña Nieto de golpear a su esposa. Si no cesa a Murillo Karam por su nieto golpeador de mujeres, lo único que dará Peña Nieto a entender es que no le importa la violencia contra la mujer.
PD: En cierto sitio que solía ser pejista y ahora es peñanietistas, cierto mitómano de carrera, pero usando seudónimo de nombre de día festivo, como siempre hace cuando no tiene los huevitos para decir que es él el que está escribiendo, pretendió defender a Murillo Karam. En ese mismo sitio se desgañitaron pidiendo que despidieran a Humberto Treviño por el caso Lady Profeco. Ahora con el caso Gentleman PGR, que es exactamente lo mismo, pretende el mitómano en cuestión defender a Murillo Karam porque esa es la línea que le dictaron desde Xalapa a cambio de pagarle un par de millones de pesos en efectivo y en dádivas como encuestas cuchareadas. Ah qué fea es la hipocresía y ser un perro vendido.
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