Para fines prácticos, el hecho de que Gustavo Madero haya quitado a Ernesto Cordero de la coordinación de la bancada del PAN en el Senado en realidad no cambia gran cosa.
El coordinador parlamentario, en el caso del PAN, es el que recibe la línea del partido para dar la postura oficial de la bancada y es el que negocia la distribución de las comisiones y de la rotación de la mesa directiva.
Pero todo eso ya está acordado de antemano y las comisiones ya están repartidas, por lo cual no hay en realidad gran cambio.
En todo caso, lo único que pasaría es que le quitan a Ernesto Cordero el ecaparate para que le tire cacayacas a Gustavo Madero y al PRI por el Pacto por México.
Tampoco va a poder Cordero presentar más iniciativas con el PRD fuera del Pacto por México a nombre de la bancada del PAN.
Pero a cambio, ahora el resto de los senadores calderonistas se le van a ir encima a Madero lo que le queda en el cargo como presidente del PAN por haber quitado a Madero.
Es decir, en realidad lo único que va a pasar es una división aún más fuerte en el PAN.
Sí; más fuerte. El proceso de auto-destrucción del PAN seguirá a ritmo más acelerado.
Falta ver qué dicen el resto de los senadores panistas. En una de esas salen con que desconocen al nuevo coordinador y la bronca panista se pondría de a peso.
Les recomiendo ir por unas palomitas y unas sodas porque el catfait panista todavía no acaba.
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