Manuel Granados |
La Asamblea Legislativa del DF, cuya principal voz es el diputado Manuel Granados, debe responder a la agresión a la libertad de expresión que aprobó el congreso de Nuevo León, de mayoría priista y panista, con la reforma al código penal de ese estado que castiga con cárcel a quien "insulte" en redes sociales.
Esa reforma, claramente diseñada para tratar de frenar las críticas en internet contra gobernantes y figuras públicas, es la punta de lanza para más leyes similares en otros estados.
El DF, por lo tanto, debe demostrar que no tolerará la censura y que, por el contrario, promoverá una defensa explícita de la libertad de expresión en internet.
Es por eso que la ALDF debe promover una reforma que explicitamente proteja a cualquier expresión de crítica y humor contra figuras públicas cuando el objetivo sea el debate político o social.
Debe también la ALDF introducir legislación que defina con precisión lo que es el cuberbullying para que quienes lo hagan sean sancionados, pero sólo dentro de las reglas de una definición precisa de cyberbullying y no de manera nebulosa como en la reforma de Nuevo León.
De lograr hacer esto en poco tiempo, la ALDF (y Miguel Ángel Mancera por aprobarlo) se llevarían la simpatía y el reconocimiento de los usuarios de redes sociales, que ahora tendrían una razón de peso para votar por la izquierda.
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