Cada vez sale a la luz más evidencia de que no había motivo para que la derecha venezolana actuara con violencia luego de que el candidato derechista, Henrique Capriles, perdió la elección presidencial contra el chavista por casi 2 puntos.
Esa evidencia a lo que apunta es a que Capriles lo que está haciendo realmente es poner la mesa para otro golpe de Estado en Venezuela. Mire usted:
La excusa de Capriles y la derecha venezolana es que hubo fraude y por eso están actuando con violencia. Que porque no van a aceptar que Nicolás Maduro sea nombrado Presidente Electo sin un recuento total de los votos.
El detalle es que Maduro y Capriles hablaron el domingo pasado sobre la posibilidad de hacer un recuento total y los dos estuvieron de acuerdo, de acuerdo con el diario El Universal de Venezuela.
Es más: Fue Maduro el que inició el contacto con la gente de Capriles para hablar sobre el tema.
Así que Capriles no puede acusar a Maduro de no querer el recuento.
El problema fue que la presidente del Consejo Nacional Electoral de Venezuela no quiso hacer el recuento.
¿Por qué no lo quiso hacer? Porque dijo, con todas las de la ley, que Henrique Capriles no ha impugnado la elección de manera oficial, y que existen mecanismos institucionales para impugnar los resultados.
Pero Capriles no los ha usado. Es decir, se queja de fraude, pero no lo denuncia ni va ante las instancias a interponer una queja.
Lo cual nos lleva a una interesante pregunta: ¿Por qué Capriles no ha impugnado formalmente la elección venezolana si ahí es donde se podría auditar la elección?
La Presidente del CNE, Tibisay Lucena, por cierto, dijo otra cosa importante: lo que se deposita en la urna el día de las elecciones no son votos, sino recibos del funionamiento de la máquina con la que se emitió el voto, ya que todo el sistema de votación de Venezuela es electrónico.
Y por cierto: dos días antes de la elección presidencial, la derecha venezolana dijo que el sistema de votación era confiable y promovió ir a votar para ver si así más gente se animaba a salir a votar.
¿Y ahora se quejan de fraude?
Lo cual hace fuera de lugar el pretender hacer un recuento cuando lo que hay en la urna no son votos, sino recibos de funcionamiento de las máquinas para votar.
Fue por eso que Lucena se negó al recuento: porque no hay votos que recontar. Los votos son los del sistema electrónico que es inviolable.
Aún así, la derecha venezolana difundió imágenes en redes sociales de soldados supuestamente tirando a la basura paquetes electorales.
La imagen, no obstante, era un fraude, ya que las fotos que usaron para denunciar fraude en 2013 se refieren a la quema de paquetes electorales de la elección de 2012, en la que Chávez le ganó a Capriles, debido a que se pueden destruir seis meses después de la elección si no se impugnaron.
Capriles sabe que está haciendo berrinche sin causa. Pero sabe también que el incitar a la derecha a la violencia pone la mesa para otro intento de golpe de Estado en Venezuela.
Y como se recordará, Capriles fue uno de los que apoyaron el golpe contra Chávez en 2002.
Para cerrar esta columna, hago una observación importante: No es comparable AMLO con Capriles.
AMLO convocó al plantón del Zócalo casi un mes después de las elecciones y sólo para presionar al TEPJF de que aceptara la petición de recuento total de los votos (que no aceptó ni aceptó el PAN a pesar de que en la mayoría de las casillas había votos de más o votos de menos).
Capriles no se tardó un mes en hacer auténtica violencia; Lo hizo al día siguiente y sin impugnar la elección de manera oficial.
Además, con AMLO no hubo un sólo vidrio roto. Con Capriles hay incendios, ataques, histigación y violencia.
Nicolás Maduro tiene la suerte de contar con la lealtad del ejército venezolano. Porque todo parece indicar que la derecha quiere otro golpe contra la izquierda.
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