Dijo ayer Paco Ignacio Taibo II, en un evento de lectura en la Ciudad de México, que la ultraizquierda desdeña a los libros de fantasía porque los considera como una evasión.
No sólo los libros de fantasía. Para la ultraizquierda cualquier cosa que represente placer no autorizado es causa de escándalo. El detalle es que ni ellos pueden sostener llevar una vida de ascetas.
¿Desnudos y sexo? No; es explotación de la mujer.
¿Cine de efectos especiales? No; es imperialismo.
¿Televisión? No; es manipulación (excepto si es Telesur o Canal 11).
¿Clase media? No; es caprichosa (Jenaro Villamil dixit aunque él es clase media y no va a renunciar a las regalías de sus libros para dejar de serlo).
¿Miami? No; es gusanera.
¿Música? Sólo si es Silvio Rodríguez, Calle 13 y John Lennon (aunque Lennon se haya convertido en un especulador de bienes raíces cuando vivía en Nueva York.)
Bueno, me ha llegado a salir un fulano de ultraizquierda que pretende tener superioridad moral porque dice que come comida para gato para demostrar su austeridad.
Eso sí; nunca falta el integrante de la ultraizquierda que se opone a que las mujeres modelen por considerarlo explotación, pero no tiene ningún problema con decirle a las mujeres cómo vestirse o cómo no vestirse (ya ven que liberales y progresistas son los que hacen eso).
O el que considera que el futbol y la tele embrutecen e idiotizan, pero pide la legalización de la mariguana, planta que, como todos sabemos, no te embrutece para nada y te hace más inteligente cuando la fumas (inserte aquí risas grabadas).
O el que no se cansa de pintar a Estados Unidos como el peor enemigo de la humanidad, pero lo hace desde una Mac, o desde una PC con Windows (y ni mencionen a Linux porque Linus Torvalds vive en Estados Unidos.)
El problema con esa postura de la ultraizquierda es que le da armas a la derecha para atacar a TODA la izquierda. Nunca falta el menso de derecha que sale con las siguientes jaladas:
"¿No qué primero los pobres? ¿Por qué se van de vacaciones?"
(Porque las pago yo, no el erario.)
"¡Son rábanos que protestan con la izquierda y cobran con la derecha!"
(Nadie pide que se trabaje gratis; se pide que los sueldos sean justos.)
"¡Atacan a los empresarios pero venden sus productos!"
(No, no atacamos a los empresarios; Señalamos que algunos empresarios lucran coludiéndose con el PAN y el PRI para tener privilegios.)
"¡Ustedes quieren que todos seamos pobres como en Cuba!"
(No. Es al revés; Queremos que todos tengan mejor ingreso y la posibilidad de crecimiento económico en base a su trabajo para llegar a ser clase media o más arriba si sus proyectos son exitosos.)
Si en vez de darle armas a la derecha para hacer guerra sucia permanente contra la izquierda, la izquierda se enfocara en convencer a los no convencidos de que no tiene nada de malo tener comodidades y placeres, y que lo que buscamos es precisamente que todos puedan tener esas comodidades y placeres, y no sólo unos cuantos, más gente se sumaría a la causa de izquierda.
Pero si la ultraizquierda va por el mundo tratando de convencer a la gente de que sea asceta, aunque ellos mismos no lo sean, entonces nunca va a lograr que los tomen en serio y jamás se podrá llegar al poder por medio del voto.
Se llama ESTRATEGIA, señores. Si quieren ganar el voto, deben convencer. Y para convencer, le deben ofrecer MEJORAS y flexibilidad a la gente, no castigos y rigidez.
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