La supuesta Cruzada contra el Hambre se anunció con bombo y platillo -y centenares de acarreados- en enero pasado, pero hasta la fecha no existe.
Lo único que Rosario Robles ha hecho es un programa piloto en dos municipios de Guerreros. El programa piloto consiste en ir a tocar puertas casa por casa para ver si tienen carencias alimentarias. La gente ha de pensar que se están burlando de ellos.
Y por si fuera poco, encima de que despilfarran el dinero de la Cruzada contra el Hambre, no le quieren pagar a los empleados. Mire usted:
El presupuesto de la Cruzada contra el Hombre se ha despilfarrado en propaganda: logos inútiles (y chafas), un millón y medio de pesos en traer a Luiz Inácio Lula da Silva a dar una conferencia; otros 600 mil pesos en cámaras para darle a los niños pobres y que documenten cómo les dan dádivas, y eventos de promoción que no le dan de comer a nadie.
Lo increible, es que a pesar de todo ese despilfarro de Rosario Robles en propaganda para que la gente crea que se está combatiendo al hambre (no es el caso) encima de eso no quieren pagarle a los trabajadores de la Cruzada por la chamba de ir a recorrer municipios pobres para llevarles sus despensas disfrazadas de Cruzada contra el Hambre.
Porque resulta que ayer Rosario Robles firmó un convenio con el Instituto Politécnico Nacional para que sus estudiantes puedan hacer su servicio social en la Cruzada Contra el hambre.
¿O sea que un estudiante de ingeniería va a ir a trabajar de repartidode de despensas en la Cruzada contra el Hambre o cómo? ¿Cómo le va a servir eso para su desarrollo profesional?
El servicio social, cabe recordar, es sin paga. Robles pretende que unos 5 mil jóvenes del IPN vayan a trabajarle sin paga de esa forma.
La verdad, bien harían los estudiantes del IPN si se negaran a participar en esa farsa y la denunciaran. Ir a hacer clientelismo no puede calificarse como servicio social.
Y lo cual viene a demostrar que Rosario Robles está gastando mucho dinero en propaganda, pero en alimentar a la gente pobre no.
Esa es la razón por la cual la Cruzada contra el hambre fracasará. Es muy obvio que es un programa electorero para salir en los medios, pero no para reducir la pobreza.
Claro, Rosario Robles no tiene prisa en darle de comer a los pobres porque, al final, para lo que realmente quiere usar esa Cruzada es para comprar votos en 2015, cuando el PRI estará en riesgo de perder las elecciones intermedias.
El detalle, es que para ese entonces va a estar tan quemada la Cruzada contra el Hambre que a nadie le va a importar.
PD: DATO que pocos han notado. Cuando Rosario Robles era Jefa de Gobierno interina, aún no existían los programas sociales que exiten ahora en el DF. Esos programas se empezaron a desarrollar con Andrés Manuel López Obrador. El detalle es que Rosario Robles no tenía acceso a esos programas ya que era adversaria política de AMLO. ¿De dónde sacan entonces que es experta en programas sociales si en DOS MESES no tenía ni el logo de la Cruzada contra el Hambre? Vaya, ni Cruzada contra el Hambre hay.
Foto: Tomada de internet
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