El gobierno federal priista no sólo pretende se despida a quienes participen en protestas, sino que además los Estados de la República dejen de ser soberanos y se plieguen a las órdenes del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Eso fue lo que dejó ver con toda claridad el secretario de educación pública de Peña Nieto, Emilio Chuayffet, quien pidió que los maestros de Guerrero que protestan por la reforma educativa que vulnera la estabilidad laboral y legaliza el cobro de cuotas, sean sancionados con el despido por participar en las protestas.
Esto a pesar de que el gobierno federal no tiene jurisdicción para ordenar esos despidos y al hacerlo estaría violando la soberanía estatal.
De acuerdo con Reforma, Chuayffet declaró:
"¿Qué hacer? (con los maestros) que la ley se aplique. ¿Qué pasa si usted no va a trabajar? se le descuenta el día, y ¿Qué pasa si usted no asiste varios días injustificadamente a trabajar? se da por terminada la relación laboral, ya le conteste."
Chuayffet aseguró que en el gobierno priista han "redoblado esfuerzos para que todas las autoridades educativas del País hagan cumplir la ley." Es decir, para que despidan a los maestros disidentes.
Las declaraciones de Chuayffet no sólo atentarían con el derecho constitucional a la libre maniestación, sino que además representaría una injerencia indebida en los asuntos internos de los estados, ya que los maestros de Guerrero protestan por la mutilación de una contrarreforma educativa estatal en el congreso guerrerense.
Y es que el PRI prendió focos rojos ante la posibilidad de que, haciendo valer su sobernaía, los estados de la República aprueben contrarreformas que neutralicen a la reforma educativa de Peña Nieto -lo cual se traduciría a un temor porque se neutralice cualquier otra reforma priista a nivel estatal.
La primer alarma del PRI sonó el lunes pasado, cuando le ordenaron a Jesús Zambrano tratar de intimidar a los congresos de Oaxaca y Guerrero para que no aprobaran contrarreformas educativas, violentando de esa manera la soberanía estatal.
El segundo foco rojo se prendió cuando la Segob declaró que el conflicto magisterial se reduce a dos estados; Oaxaca y Guerrero.
Pero ahora el propio Chuayffet admite que con cuatro los estados en donde se está protestando contra la reforma educativa y admitió que "sí preocupa a la autoridad federal."
Y sus declaraciones en el sentido de despedir a los maestros que protestan lo único que muestra es el autoritarismo del PRI, con el cual pretende que sólo se imponga la voluntad de Los Pinos.
Hay un remedio para esto: no votar por el PRI en las 14 elecciones locales de este año. Si el PRI pierde el control de los congresos locales en 14 estados, no podrá imponer reformas constitucionales que perjudiquen al país y los congresos estatales podrán aprobar contrarreformas que neutralicen a nivel local las reformas de Peña Nieto.
Es tiempo de que los mexicanos se den cuenta de que no dependen de los caprichos del gobierno, y que cada estado puede decidir por sí mismo si quiere mandar a volar a Peña Nieto o no.
PD: El Congreso de Guerrero demandó a maestros manifestantes y las autoridades estatales alistan órdenes de arresto contra los maestros debido a que ayer algunos de ellos apedrearon a la sede del Congreso local en Chilpancingo, rompiendo vidrios y dañando autos de los legisladores con las piedras. Hace mal el congreso controlado por el PRD en demandar a los maestros. Mejor deberían tener vergüenza y aprobar la contrarreforma educativa sin mutilarla. Y el gobierno estatal debería buscar lo mismo.
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