Me preguntaron en Twitter que si qué opinaba de los pines de oro que le dieron a los diputados federales, los cuales tuvieron un costo de 1.6 millones de pesos.
Respondió que me parece un exceso, pero que hay asuntos más importantes, como el intento de violación que promueve el gobierno de Enrique Peña Nieto a la soberanía de cada estado, al pretender que los congresos locales no aprueben contrarreformas que pongan en entredicho a las reformas privatizadoras de Enrique Peña Nieto.
Ese es un asunto que implica mucho más que 1.6 millones de pesos. Implica MILES de millones de pesos.
Y es que, en efecto, las reformas que pretende imponer Peña Nieto implican cientos de miles de millones de pesos que le van a costar a todos los mexicanos.
Pero si en vez de enfocarnos en impedir esas reformas, nos enfocamos en un tema que es, sí, una chingadera, pero de mucho menor tamaño que las que pretende hacer el PRI con sus reformas, entonces vamos a caer en un hoyo mucho más grande por querer tapar uno relativamente pequeño.
Porque resulta que el asunto de los pines nisiquiera es nuevo. También fue nota de Reforma (donde ahora le dan vuelo) el 6 de diciembre pasado, cuando el Comité de Administración de San Lázaro aprobó la compra de los pines de 14 kilates. Nadamás que en ese entonces se cotizaron en casi 2 millones de pesos en total.
Que porque los pines de latón no fueron del agrado de los diputados.
Y sin embargo, en ese entonces no se hizo el más mínimo escándalo al respecto. Tal vez por que la izquierda estaba muy ocupada linchando a Miguel Ángel Mancera por el asunto del 1Dmx a pesar de que cuando ocurrió él no era Jefe de Gobierno aún.
Pero ahora que Peña Nieto está en la mira de la opinión pública porque el país se hunde en la violencia, y por sus reformas privatizadoras, entonces sí ya hay escándalo de ese que le sirve mucho a la derecha porque ayuda a que digan "todos son iguales."
¿Deberían los diputados usar esos pines? No. Es un despilfarro enorme. Y tampoco deberían tener seguro médico privado, ni auto nuevo (que cuesta 300 veces más que el chingado pin), ni tener el sueldo estratosférico que tienen.
Pero si ponemos el asunto de los pines lado a lado con, por ejemplo, las protestas por la reforma educativa, o con la reforma de telecomunicaciones, o con la energética, o con la fiscal, los pinches pines son una minucía.
Si gustan, y para que estén contentos, propongo que los diputados que porten los pines sean obligados a trabajar como jornaleros con salario mínimo hasta que paguen por los casi 4 mil pesos de cada pin con ese salario los fines de semana.
¿Ya? ¿Satisfechos?
Bueno, pues entonces ya DÉJENSE DE MAMADAS QUEDAS Y ENFÓQUENSE EN LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE: Que el imbécil de Peña Nieto quiere vender al país y aumentar impuestos a los que menos tienen.
Eso sí es grave.
Foto: Especial.
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