Resulta que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, se pronunció a favor del recuento completo de la votación de la elección venezolana y hasta puso a disposición de Venezuela el equipo de expertos electorales de la OEA.
Estados Unidos también respaldó el recuento y consideró que la medida sería "importante, prudente y necesaria". Que porque apresurarse al resultado sería inconsistente con las expectativas de democracia de los venezolanos.
Nicolás Maduro ya aceptó el recuento, pero lo que resulta hipócrita por parte de Estados Unidos y la OEA es que estén apoyando el recuento en Venezuela cuando no se pronunciaron de la misma forma en 2006 con las elecciones presidenciales en México.
Oficialmente, la diferencia de votos en México en 2006 entre Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón fue de 243 mil 934 votos, mientras que la diferencia entre Nicolás Maduro y Henrique Capriles en Venezuela fue de 262 mil 473 votos. Es decir, fue MENOR la diferencia en México por 18 mil 539 votos que la diferencia en Venezuela.
Y sin embargo, para México no hubo clamor internacional por un recuento, mientras que con Venezuela sí lo hay.
Lo que al parecer se les está convenientemente olvidando decir en los medios es que, como dijimos, Maduro ya aceptó el recuento, mientras que el PAN nunca aceptó el recuento y durante todo su sexenio, Felipe Calderón se negó a que la revista Proceso tuviera acces a los paquetes electorales.
Eso no es democracia. Eso es pretender burlarse de la democracia.
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