Pocos notaron un artículo de Reforma publicado el jueves pasado (ya estaba todo el mundo yéndose de vacaciones) en el cual citan a una especialista de serguridad afirmando que la Gendarmería Nacional que Enrique Peña Nieto ha estado promoviendo desde la campaña presidencial podría tardar diez años en funcionar correctamente.
Se trata de Vanda Felbab-Brown, académica de Brookings Institution y una de las especialistas más reconocidas en temas de seguridad en México y América Latina. La académica señala que inclusive bajo condiciones propicias, el gobierno priista será rebasado fácilmente por los tiempos para hacer funcionar la Gendarmería Nacional.
Es precisamente por eso que el gobierno priista tuvo que recular de su propuesta original de iniciar la Gendarmería Nacional con 60 mil elementos y redujo la cifra a 10 mil, dijo la académica, ya que pretender reemplazar al ejército y a la policía federal con nuevos oficiales simplemente toma mucho más tiempo.
En un análisis sobre la estrategia de Peña Nieto contra el crimen, Felbab-Brown señala que uno de sus mayores errores de Peña Nieto es pensar de manera no-realista que la depuración de la policía sería rápida.
Señala además que pretender armar una Gendarmería con soldados, como pretende Peña Nieto, implica lo mismo que tener al ejército en las calles.
Es decir, nada cambia.
Peor: los soldados de Peña Nieto ya fueron acusados de matar civiles inocentes en Tamaulipas.
Peor: Felbab-Brown señala que un gran error de Peña Nieto fue lanzar a la calle a los nuevos policías sin un plan de operación detallado.
Y si consideramos que la violencia en el país sigue igual o peor, el resultado es un absoluto fracaso de Peña Nieto.
Esa era la razón por la cual Peña Nieto se negó en campaña al referendo revocatorio de mandato. Porque sabía que lo que estaba vendiéndole al electorado no iba a funcionar y la gente se hartaría de él y del PRI en menos de un año, como está en efecto ocurriendo.
Bueno, si legalmente Peña Nieto no se va, entonces saquemos del poder a la mayor cantidad posible de priistas por medio del voto. Para eso, 14 estados de la República tienen una oportunidad de oro este año, ya que tienen elecciones intermedias. Mientras menos priistas haya en congresos locales, alcaldías y gubernaturas, menor será el poder que tendrá Peña Nieto y en 2018 será más fácil sacar al PRI del poder.
No desperdiciemos la oportunidad entonces. NO al PRI a como de lugar.
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