Luego de que antier se dieran a conocer las grabaciones del Sedesol-gate en Veracruz, en el cual funcionarios de Javier Duarte y de Sedesol, Rosario Robles anunció la destitución de 6 funcionarios menores y la suspensión de uno mientras se investiga.
Pero esos despidos son una farsa para taparle el ojo al macho mientras pasa el escándalo.
¿La evidencia? Pablo Anaya Rivera, delegado del PRI en Boca del Río, quien aparece en las grabaciones diciendo que el PRI sí ha comprado elecciones.
La historia de Anaya se dio a concer ayer en el programa de radio de Carmen Aristegui y básicamente se resume a esto:
1. Anaya era el secretario de salud pero fue cesado del cargo debido a que en la cuenta pública de 2011, la Auditoría Superior Detectó una malversación de decenas de millones de pesos en la secretaría de salud.
2. Inmediatamente, Anaya es nombrado delegado del PRI en Boca del Río.
3. CUATRO DÍAS después del despido, Anaya es grabado operando delitos electorales con Sedesol por instrucción de Javier Duarte.
Los despidos de Sedesol, por lo tanto, en realidad son de a mentis. En todo caso, lo que permiten es que los funcionarios operen para el PRI sin preocuparse por las formas.
¿Quiere Enrique Peña Nieto que creamos que realmente quiere evitar delitos electorales? Entonces que destituya a Rosario Robles y que impulse un juicio político para Duarte. De lo contrario, no pasa de ser lo de Robles y los despidos una pantomima.
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