Todas las encuestas presidenciales de Venezuela le dan una cómoda ventaja al Presidente Encargado, Nicolás Maduro, sobre el candidato de derecha Henrique Capriles.
Inclusive la encuesta más "cerrada" le da 7 puntos de ventaja a Maduro sobre Capriles.
Aún así, la derecha venezolana empezó a tratar de envenenar a la opinión pública con acusaciones en contra de la equidad de la elección y hasta alegando fraude, cosa que no es verdad.
El primero en tratar de desvirtuar a la elección presidencial de Venezuela fue el rector del Consejo Nacional Electoral (CNE), Vicente Díaz, quien alega que la contienda es desigual y "antidemocrática."
¿Su argumento más fuerte para respaldar semejante acusación? ¡Que se murió Hugo Chávez! Dijo:
"Maduro asume como estrategia la memoria y el tributo al difunto Mandatario (Chávez), defiende su legado y va a utilizar su imagen como referente. Quien lo adversa, Capriles, se referirá a una persona fallecida cuando critique al Gobierno y tendrá por ello la emoción por la muerte de Chávez en su contra."
Ajá. Entonces Maduro tiene ventaja, según Díaz, porque Chávez se murió. Porque ahora si Capriles ataca a Chávez entonces se vería mal.
Pero resulta que estas elecciones extraordinarias se están llevando a cabo porque se murió Chávez. ¿Qué esperaba entonces? ¿Elecciones extraordinarias sin que se hubiera muerto Chávez?
Como ese argumento de plano es muy chafa, la derecha se sacó otro alegato de la manga: que la izquierda venezolana hará fraude.
Que porque un técnico del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, tuvo acceso a una clave para acceder a las máquinas de votación de la elección presidencial.
Nadamás que el alegato no se sostiene por admisión de la propia derecha, ya que admiten que el oficialismo no puede cambiar los resultados de las elecciones, ya que la clave a la que supuestamente tuvo acceso el oficialismo no compromete el sistema del voto, ni el software electoral, ni actividades como la identificación de electores o la totalización y transmisión de resultados.
Pero según la derecha, sí puede retrasar las mesas de votación.
Con otro detalle: ¿Para qué querría retrasar las mesas de votación si eso le restaría votos a Maduro?
Ahora bien, si analizamos los números de las encuestas electorales de Venezuela, lo que encontramos es lo siguiente:
1. En las encuestas más recientes, Maduro tiene la misma intención de voto (53%) que los votos que tuvo Hugo Chávez en 2012.
2. Capriles tiene la misma intención de voto que tuvo en 2012: poco más de 44%. Es más: tiene 0.4% más.
3. Las encuestas en conjunto muestran que Capriles ha ido subiendo en la prerencia electoral a un ritmo mayor que el de Maduro, pero sólo hasta llegar a donde quedó el año pasado.
¿Entonces dónde está el fraude?
Con otro detalle: Inclusive cuando la derecha dijo en las elecciones de 2012 que hubo fraude, Capriles lo desmintió y aceptó que Chávez ganó a la buena.
¿Entonces cómo va a ser fraude si Maduro y Capriles tiene básicamente los mismos números que tuveron Chávez y Capriles?
¿Cómo esperaba además la derecha un cambio radical en la preferencia electoral si apenas iba empezando el nuevo mandato de Chávez y la campaña para las elecciones extraordinarias nadamás dura un mes?
Más bien parece un caso de berrinche preventivo de la derecha.
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