Todavía hoy en la mañana vi un comentario en Twitter contra los parquímetros en la Colonia Roma, en la Ciudad de México, en el tenor de "me cobran por estacionarme para beneficiar a los bancos."
Pero leo la nota que publica Reforma sobre los parquímetros y la historia es otra: sí funcionaron.
Dice Reforma que a las 10:30 de la mañana en un tramo sobre avenida Michoacán donde podían estacionarse 40 autos, sólo había 5 estacionados.
Sobre Avenida México o Amsterdam, por cada auto estacionado había dos espacios libres.
Reforma publica el comentario de un vecino:
"Mis respetos, de inmediato se observan muchos lugares y el orden. Espero que realmente funcionen así, incluidas las tardes y las noches, cuando viene la gente a los restaurantes."
Y es que antes el estacionamiento estaba saturado y los únicos que cobraban eran los franeleros.
Ahora los franeleros, en algunos casos, sólo lavaran los coches o le pondrán el dinero al parquímetro para que no se pase de tiempo.
¿Y lo de los bancos? Falso en realidad. Sólo 10% del cobro de parquímetros es para pagar su financiamiento. Eso quiere decir que una vez que se terminen de pagar, el dinero se aplica a la comunidad, que recibe la mayor parte del dinero (50%)para mejoras a las vías públicas y para seguridad.
El beneficio también es para el medio ambiente en el DF. Al reducirse la cantidad de automóviles en circulación, se reduce la generación de contaminantes.
El problema para algunos es que por primera vez se aplica algo que no se había aplicado en el DF: orden.
Empezó con AMLO. El Metrobús le dio orden al transporte público. Luego siguió con Marcelo Ebrard al instalar los parquímetros en Polanco. Ahora continúa con Miguel Ángel Mancera al instalar parquímetros en la colonia Roma.
Lo mejor, es que todas estas acciones han ayudado a que cada vez esté menos contaminado el DF y a generar ingresos para mejoras de la ciudad.
Increible entonces que haya quien se queje de eso.
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