De acuerdo con Reforma, entre protestas de la izquierda, el PAN, PRI y PVEM mayoritearon la votación con 83 votos a favor contra 17 votos en contra y 7 abstenciones del PRD, PT y Movimiento Ciudadano.
El PAN además se quiso adjudicar la privatización de Pemex diciendo que la administración de Peña Nieto pretende reinventar la política energética que ya se había aplicado con Felipe Calderón.
El PRD declaró que su bancada está en contra de la estrategia de Peña Nieto debido a que busca que el Estado pierda la rectoría del sector energético, y a que la política neoliberal del PRI y del PAN han causado que México cayera de ser la quinta potencia petrolera en el mundo a ser la novena.
Layda Sansores, de Movimiento Ciudadano, declaró que Peña Nieto sólo busca servir a los intereses de Estados Unidos.
"Lo que importa es privatizar, privatizar, privatizar. Ya saben en EU que el señor no habla bien el inglés, ¡ah! pero qué bien toma el dictado", dijo Sansores.
Por su parte, Manuel Bartlett, del PT, declaró que la estrategia de Peña Nieto pone en evidencia la intención del gobierno federal de privatizar al sector energético, por lo cual México perdería su soberanía.
El PRI, por medio del senador Manuel Cavazos Lerma, pretendió justificarse cambiando a la palabra "privatización" por el eufemismo "modernización", que fue uno de los lemas del sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
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