Durante su campaña electoral, en 2012, el ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto declaró que sería un aliado de los 12 millones de mexicanos que viven en Estados Unidos, particularmente de los más de 6.5 millones de indocumentados.
Dijo también que eso se traduciría en políticas concretas para mejorar las condiciones de vida de los migrantes y de sus familias en México.
Pero Peña Nieto mintió. Y por partida doble. Mire usted:
Para empezar, Peña Nieto no hizo nada por buscar una reforma migratoria en Estados Unidos. Y cuando vino recientemente a México John McCain, el propio McCain declaró que lo primero que le dijo Peña Nieto es que no se metería en el tema de la reforma migratoria.
Segunda hipocresía: De acuerdo con Amnistía Internacional, Peña Nieto no ha hecho nada para salvaguardar la vida de los migrantes en México, lo cual representa una crisis humanitaria.
De acuerdo con Reforma, AI señala que los secuestros contra extranjeros en México son rutinarios, así como la violencia sexual, el reclutamiento de personas por bandas criminales, la trata de personas y los asesintos.
Por ese motivo, AI declaró que "el gobierno de Enrique Peña Nieto, que cumplió ayer sus primeros 100 días de mandato, no ha dado hasta ahora ningún paso para corregir el fracaso absoluto del gobierno anterior para enfrentar esta crisis humanitaria."
Agrega:
"Una vez más, el destino de migrantes irregulares en México se ha dejado en segundo plano. Por el contrario, albergues de migrantes y defensores de derechos humanos han reportado a Amnistía Internacional un incremento en el flujo migratorio y en los ataques a migrantes y defensores de migrantes".
Ni atendió a los migrantes mexicanos en Estados Unidos, ni a los migrantes de otros paises en México que tienen igual o peor suerte.
Como pueden ver, el discurso de Peña Nieto es el de la hipocresía.
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