La Constitución de Venezuela establece que si muere el Presidente, debe convocarse a elecciones en 30 días para elegir a un nuevo mandatario.
Lamentablemente, la derecha venezolana creció en las elecciones de 2012, y cualquier candidato chavista dificilmente se podría comparar con la figura de Hugo Chávez para hacer frente a la derecha como lo hacía el propio Chávez.
Sin embargo, el chavismo en Venezuela tiene una ventaja importante: el efecto Colosio. Invocar a Hugo Chávez se convertiría en la principal herramienta de campaña de quien sea el candidato del chavismo a la presidencia.
El efecto Colosio, por lo tanto, podría garantizar la continuidad del chavismo en el poder en 30 días.
El problema es lo que pasará al terminarse ese periodo de gobierno.
Con todas las críticas y todos los problemas que tuvo, Chávez lograba simpatías y triunfos en las urnas porque era Chávez.
Pero ninguno de sus subalternos es Chávez.
El desempeño de un gobierno chavista post-Chávez tendría que ser sumamente bien calificado para que el chavismo pueda sobrevivir. De lo contrario, la derecha venezolana sí podría tener una posibilidad de regresar al poder.
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