Soy de la idea de que en estos momentos no hay manera de saber quién será el candidato de izquierda en 2018. Igual podría ser Andrés Manuel López Obrador o Marcelo Ebrard, quien a su vez ha declarado que también podría ser Miguel Ángel Mancera.
Considero también que la candidatura de izquierda debe ser única y en alianza cno las 4 fuerzas políticas de izquierda: El PRD, PT, MC y MORENA.
Porque de lo contrario ningún candidato de izquierda tendría los suficientes votos para ganar una elección. Ni el Peje. Estas son las matemáticas que lo demuestran:
Oficialmente López Obrador tuvo 16 millones de votos en las elecciones de 2012. Algunos en lopezobradorismo dicen que no es cierto y que tuvo más; que el IFE le restó votos.
Ok. Vamos a decir que es verdad y que el IFE sí le quitó votos a AMLO. ¿Por cuántos votos ganó entonces?
Nadie lo puede calcular en realidad. La única aproximación que hay es la que estimó el propio AMLO en la campaña.
AMLO dijo en 2012 que los 4 millones de afiliados a MORENA convencerían a 5 personas más de votar por él, con lo cual tendría asegurados 20 millones de votos.
(En realidad serían 24 millones: 4 millones de afiliados más 5 convencidos por cada uno de los 4 millones de afiliados da un total de 24 millones.)
El PT tuvo otra estimación un poco más mesurada y de hecho más cercana al número final de votos que tuvo AMLO. Dijo en junio de 2012 que AMLO tendría 17 millones de votos. Que por el apoyo de los jóvenes.
¿A qué cifra hacerle caso? Para fines de debate veamos los tres escenarios, pero considerando que el lopezobradorismo se supone que representaba el 60% del voto del PRD en 2006 y 2012.
Siendo el caso, AMLO tendría él sólo -o con MORENA- el equivalente al 60% de 24 millones, o el 60% de 20 millones, o el 60% de 17 millones.
Esto nos da las siguientes cantidades:
60% de 24 millones = 14.4 millones de votos
60% de 20 millones = 12 millones de votos
60% de 17 millones = 10.2 millones de votos.
Para ganar la elección se necesitan por lo menos la misma cantidad de votos que tuvo AMLO en 2012, que son 16 millones. Esto asumiendo que se le negara al PRI la manera de seguir comprando votos con tarjetas de Soriana.
Eso quiere decir que inclusive en el escenario más optimista -el de 60% de 24 millones de votos- no le alcanzarían los votos a AMLO. De hecho, tendría menos votos que los que tuvo oficialmente en 2006.
Y en el peor de los casos, el de 60% de 17 millones, eso le garantizaría un tercer lugar en los resultados electorales.
¿Por qué insisten tanto entonces en MORENA en aislarse del resto de la izquierda? Claramente sus números no les alcanzarían para ganar las elecciones por si mismos. En el mejor de los casos, les alcanzaría para ganar algunas alcaldías -ninguna de alguna ciudad principal-, algunas diputaciones locales aunque sea por vía plurinominal, algunos escaños en el congreso federal.
Pero no podrían pasar de eso. Tendrían muy pocos legisladores y terminarían colgándose del mismo argumento comodino de Ricardo Monreal: "es que somos muy pocos para poder cambiar las cosas."
Y lo cual hace absolutamente inexplicable que algunos en el lopezobradorismo -incluyendo el propio AMLO- insistan en el discurso de exclusión y en el estar atacando a los otros partidos de izquierda.
Peor aún: insisten en atacar a Marcelo Ebrard y a Miguel Ángel Mancera cuando, al final, si ellos resultan con mayor posibilidad de ganar la elección de 2018, el propio AMLO los va a respaldar.
Los números quedan ahí entonces para reflexión de los simpatizantes de MORENA. No es con la intención de fregar. Simplemente considero que se deben considerar primero los números para poder desarrollar una buena estrategia política. De lo contrario, nadamás se le está apostando a espejismos.
PD: Y de nuevo; quien sea el candidato de izquierda en 2018 debe ser sólo él y debe tener el apoyo de toda la izquierda. Es por eso que es preferible que la izquierda no se ataque a si misma. Hacerlo equivale a hacerle el juego sucio al PRI
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