Por el Lic. Mefistófeles Satanás
Aquí les explico lo de México y su petróleo en cinco minutos...
El petróleo se los escrituro a los mexicanos su servidor, el diablo. No lo digo yo, lo dijo el poeta Ramón López Velarde. Y como los poetas siempre están borrachos y los borrachos siempre dicen la verdad, pos es cierto.
El primer gobierno mexicano que intento cobrarle impuestos a las compañías petroleras extranjeras fue el de Madero. El peloncito chaparrito de la piochita quería cobrarles nueve pinches centavos por barril.
Madero murió asesinado en un golpe promovido por el embajador yanqui hace justamente cien años.
Francisco Villa le agarro una tirria a los yanquis por muchas razones. Pancho, con su compadre Urbina, amago capturar la faja de oro un yacimiento petrolero fabuloso en la huasteca veracruzana. Urbina, por pendejo, no paso del Ébano. Pero mientras el centauro estuviera con vida los yanquis no se sentirían seguros de retener el petróleo. Qué si el cabrón centauro volvía a surgir?
A cambio de reconocer el gobierno de Obregón los yanquis le pusieron la condición que matara a Pancho. Tal sucedió en Parral cuando Melitón Lozoya y sus sicarios --pagados por el perfumado de Obregón-- venadearon a Pancho.
Luego el manco Obregón quiso cobrarles impuestos a las compañías petroleras (el mismo error de Madero). Los gringos le doblaron (la única) mano y lo hicieron firmas los tratados de Bucareli donde el articulo 27 quedaba desdentado.
A Obregón lo mataron los fanáticos religiosos en la Bombilla.
El turco Calles que reemplazo a Obregón era muy cabrón. Odiaba a los curas y todavía le quería echar el ojo al petróleo de la faja de oro. El petrolero yanqui Buckley, ultra católico, y el petrolero yanqui Donnelly, también ultra católico, le organizaron el levantamiento cristero para que se anduviera derechito.
Cuando Calles cedió en materia del petróleo los petroleros yanquis le ordenaron a los obispos que dejaran de estar chingando.
Tuvo que ocurrir la coyuntura de que Cárdenas quisiera mandar a la chingada a Calles y de que el ocupante de la Casa Blanca, Roosevelt, tuvo que volverse rojillo ante el desastre capitalista del 29 para que México pudiera hacerse de su petróleo.
En cuanto Cárdenas nacionalizo el petróleo los petroleros gringos financiaron a un grupo de traidores para formar un partido para entregarles otra vez el petróleo: el PAN. También hubo dinero de la embajada nazi pues Adolfo, austriaco, se creía que algún día gobernaría México, igual que lo hizo otro austriaco: Carlos V.
Hoy no hay diferencia entre el PRI y el PAN. Son el PRIAN. Y están dispuestos a entregarle el tesorito otra vez a los extranjeros. Hoy no tenemos un Pancho ni un Cárdenas. Solo están ustedes cabrones. Ahora nos toca a nosotros defender el patrimonio de los mexicanos.
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