Como en México no han encontrado justicia, 11 mujeres que fueron violadas por la policía del Estado de México durante la represión de San Salvador Atenco, ordenada por el entonces gobernador Enrique Peña Nieto en 2006, acudieron a buscar justicia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La respuesta del gobierno de Peña Nieto, ahora en la presidencia, fue ofrecer una "solución amistosa", obviamente para que ya no siguieran demandando al gobierno en la CIDH.
Ah, porque además les ofrecieron una disculpa pública y "una compensación" a las demandantes. Es decir, las intentaron comprar.
Peor: La subsecretaria de derechos humanos de la Segob, Lía Limón, se sumó a la oferta de una disculpa pública, lo cual fue calificado por las demandantes como "una burla."
Además, reiteraron que continuarán con la demanda ante la CIDH.
Eso sí; el gobierno de Peña Nieto alega que las violaciones no fueron por orden de Peña Nieto. Nadamás que los videos del operativo de Atenco muestran que lo primero que hicieron los policías fue agredir a la población. Y Peña Nieto no sólo no hizo nara para parar la barbarie aunque se estaba transmitiendo en vivo por televisión, sino que además ha tratado de justificar varias veces sus actos (por eso precisamente lo corrieron de la Ibero los estudiantes.)
Me temo que lo que pasó en Atenco no es ni remotamente reparable con una disculpa y dinero. Eso sólo se podrá reparar con el arresto y enjuiciamiento de quien dio la orden para que iniciara el operativo: Enrique Peña Nieto.
Todo lo demás, es una burla y una muestra de que ni a Enrique Peña Nieto ni a Lía Limón le importan los derechos humanos.
PD: Ahora cuadra por qué el PRI en el Congreso quiere que se eche abajo la reforma que hace norma superior a los tratados de derechos humanos cuando ofrecen más protección que las leyes mexicanas. Porque si la CIDH falla a favor de las mujeres violadas de Atenco, y si le quitan el fuero, Peña Nieto podría ir a la cárcel.
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