Este fin de semana se registraron 65 ejecutados, de los cuales por lo menos 57 se distribuyeron entre 14 estados.
Además, incendios forestales arrasaron con 4 mil hectáreas en San Luis Potosí y una mujer perdió la vida por tratar de apagar el incendio cuando se acercó a su propiedad.
¿Cuál fue la respuesta de Enrique Peña Nieto a esta crisis justo al arrancar la Semana Santa? Anunciar ayer por la noche, por medio de la secretaría de Marina, que capturó a un capo de Sinaloa, supuestamente sobrino de Nacho Coronel. Es decir, tuvo que revivir la estrategia fallida de Felipe Calderón.
Se suponía que Peña Nieto iba a cambiar de estrategia y dejar de colgarse de la captura de capos. La Segob hasta minimizó que El Chapo Guzmán siguiera libre.
Es más: Peña Nieto buscó que los medios se auto-censuraran y que el problema del narco simplemente ya no se mencionara, como si eso lo fuera a solucionar.
Pero ahora, de la nada, y tal y como lo hacía Felipe Calderón, nos vuelven a recetar la fallida estrategia de la captura de capos.
Diversos expertos se cansaron de decirlo durante el sexenio pasado: la estrategia de sólo capturar capos no sirve. Genera un vacío en las plazas del narco que deriva en más violencia sin reducir al negocio del tráfico de drogas.
Pero ahora esa estrategia regresa, oh coincidencia de coincidencias, cuando el país se cae a pedazos y Enrique Peña Nieto no tiene ningún logro tangible que el electorado le pueda reconocer.
No, las reformas privatizadoras no se las reconoce la gente. Se las chulean empresarios y los lambiscones de derecha en los medios, pero la gente no.
Si se las festejaran, no tendría Peña Nieto la necesidad de estar presumiendo capturas de capos otra vez.
¿Qué podemos esperar entonces del resto del sexenio de Peña Nieto? Lo mismo que el sexenio anterior: Nada. Mediocridad, ineptitud, más violencia y más crisis.
¿Ven por qué debe la izquierda gobernar a México? Con el PRI a México le va igual que con el PAN: MAL.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario