El derechista Henrique Capriles hizo ayer un berrinche quejándose de que el Vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue juramentado como Presidente Encargado mientras se realizan nuevas elecciones para elegir a un nuevo presidente en un plazo de 30 días.
Según Capriles, el cargo de Maduro es inconstitucional. Pero el Tribunal Supremo de Venezuela dijo que no; que sí es constitucional y que además puede ser candidato a la presidencia sin tener que dejar el cargo.
El relajo se desprende del hecho de que la Constitución venezolana establece dos cosas:
1. Que el Vicepresidente no puede ser candidato a la presidencia mientras esté en el cargo.
2. Que el Vicepresidente es quien ocupará el cargo de Presidente Encargado mientras se llevan a cabo las nuevas elecciones. Sólo que el Presidente sí puede ser candidato.
El Tribunal Supremo de Venezuela, por consiguiente, dictaminó que como Maduro dejó el cargo de Vicepresidente al morir Hugo Chávez, entonces ya no tiene impedimento legal para ser candidato a la presidencia.
Pero Capriles dice que Maduro no puede ser juramentado como Presidente Encargado porque Hugo Chávez no fue juramentado debido a su convalecencia. Y que por consiguiente Maduro es "espurio".
Lo que Capriles no dice es que el Tribunal Supremo de Venezuela dictaminó en enero que Chávez podía comenzar su gobierno sin juramentar, ya que el requisito no era necesario para un presidente reelegido.
Así que Maduro era Vicepresidente con todas las de la ley, y con todas las de la ley es ahora Presidente Encargado.
Lo risible es que Capriles alega que "estos abusos empujan todo a un alínea delgada que nadie quiere que se rompa."
¿Cuáles abusos y cuál línea delgada?
Todo está respaldado por la ley. Y en todo caso, Maduro sólo será Presidente Encargado 30 días.
Es más: Maduro podría ser Presidente Encargado menos tiempo ya que él mismo pidió que se adelantaran las elecciones.
Lo que pasa es que Capriles sabe que el "efecto Chávez" impide que la derecha pueda ganar las elecciones. Por consiguiente, se cura en salud alegando ilegalidades de Maduro, quien fácilmente lo derrotaría en las elecciones.
Y claro; La izquierda busca el debilitamiento de Maduro desde ahora.
Capriles no lo logrará en estas elecciones. Pero si Maduro no logra mejoras en Venezuela tras ganar las elecciones, a la próxima elección las cosas podrían ser distintas.
Mientras tanto, la derecha, representada por Capriles, ya empezó su guerra sucia contra Nicolás Maduro.
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