Reforma publicó ayer una extensa entrevista con el ex Jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, en la cual reveló que considera que el PRD no debió haber firmado el Pacto por México, ya que él se opone a la privatización de Pemex y al aumento al IVA en medicinas y alimentos.
Dijo también lo que esencialmente es tu postura política para 2015 y 2018: la izquierda puede ganar aún con la inequidad en las reglas electorales, pero debe ir unida. Dijo:
"El primer paso es evitar que la izquierda se pulverice, tarea nada fácil, para el 2015, la elección del medio periodo. El gran peligro es estar débil para la próxima elección presidencial.
"Vamos a tener que organizar un partido como el que hicieron los uruguayos, donde muy diversas fuerzas van con un candidato y un solo programa. Fue la única manera en que ganó la izquierda en Uruguay, y en Francia, por ejemplo."
Agregó que se puede ganar dependiendo de cómo se organice la izquierda:
"Si nos dividimos o no, si vamos con una sola candidatura. Si hacemos las cosas bien, no veo porque no podamos ganar, a pesar de que la desventaja es muy grande."
Lo dijo por esto:
"Cuando se ganó el DF, el PRI tenía todo. No hay que caer en la idea que estamos en una reinstalación eterna del PRI. Va a depender de qué hagan los demás. La izquierda sacó 16 millones de votos, es muchísimo."
Como ejemplo de lo que predica, Ebrard declaró -cuando le preguntaron- que sí le gustaría participar en la contienda por la dirigencia nacional del PRD, pero sólo si al hacerlo no causa divisiones.
Y la verdad, Marcelo tiene razón. Si la izquierda no empieza desde ahora a garantizar la unidad para 2015 y 2018, el PRI seguirá en el poder.
Es por eso que nadie en la izquierda no puede darse el lujo de decir "nosotros somos la izquierda verdadera." Al final, todas las izquierdas terminan aliándose. La diferencia es que mientras más rápido se entienda eso, más difícil será que la derecha pueda permanecer en el poder.
PD: Me imagino lo que van a decir algunos: "¡Pero es que los chuchos traidores y vendidos, etc!" Y tendrán razón. Pero si Marcelo Ebrard lograra ser el próximo dirigente nacional del PRD, la influencia de los chuchos en el partido ya no sería la misma ni por asomo.
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