sábado, 23 de febrero de 2013

John McCain vino a decirle a Peña Nieto que no abra la boca

Por Victor Hernández

La reunión de John McCain a puerta cerrada con el ex candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, tuvo un sólo objetivo: Decirle a Peña Nieto que no abra la boca.

En los medios lambiscones lo pintaron como una especie de triunfo respecto al tema de la reforma migratoria, pero para entender lo que realmente pasó entre McCain y Peña, hay que primero lo que está pasando con el partido Republicano en Estados Unids. Mire usted:

Antes de las elecciones de 2012 en Estados Unidos, el partido Republicano mantenía una rabiosa agenda ante-migrantes. Vaya, el propio John McCain hizo un spot de televisión para su campaña de reelección como senador de Arizona donde aparece pidiendo que se construya el muro fronterizo. Aquí el video donde McCain usa la frase "terminen el maldito muro":


http://youtu.be/r0lwusMxiHc

Pero Barack Obama ganó las elecciones y los Demócratas recobraron un poco de terreno en el congreso. Por una sencilla razón: el voto de las minorías.

Los Republicanos se dan cuenta entonces que sin el voto hispano les va a ser imposible regresar al poder y además podrían perder el control de la cámara baja en el congreso.

Vaya, de acuerdo con el Huffington Post, de aprobarse la reforma migratoria en Estados Unidos, los Republicanos son los que podrían ganar más curules en la cámara de Representantes y hasta quitarle escaños a los Demócratas.

Uno de los que se dieron cuenta de que sin el voto latino les será imposible permanecer en el poder fue precisamente John McCain, quien de repente se montó en el tema de la reforma migratoria no porque le importe un carajo los migrantes, sino porque de eso depende que pueda seguir siendo senador.

El problema es que los Republicanos llevan tantos años envenenando a su electorado con xenofobia y racismo que ahora que sí quieren la reforma migratoria para poder sobrevivir electoralmente, les está resultando complicado convencer a su base conservadora de que que la acepten.

El martes pasado, por ejemplo, John McCain se tuvo que enfrentar a varios electores de Arizona que no le aceptaron que promoviera la reforma migratoria y, por el contrario, le exigieron el muro fronterizo y deportaciones masivas.

¿A qué viene McCain a México entonces? A dos cosas:

1. A tomarse la foto para que los latinos en Estados Unidos crean que es su amigo. OJO: McCain hizo lo mismo en 2008 yendo a la Basílica de Guadalupe. 4 años después hizo el spot del "terminen el maldito cerco."

2. A decirle a Peña Nieto que no abra la boca: que no comente sobre la reforma migratoria y que no diga nada sobre el control de armas. Es decir, que no haga olas. Porque si hace olas, será más difícil para los Republicanos apoyar la reforma migratoria que ELLOS, los Republicanos, necesitan para no seguirse hundiendo como partido.

McCain, desde luego, obtuvo lo que quiso. De acuerdo con El Universal, dijo McCain fue Peña Nieto "muy adecuadamente inició nuestra plática diciendo que no quiere decirle al congreso de los Estados Unidos lo que debe hacer, creo que esto es algo correcto, muy adecuado."

Traducción: "Ya le dijimos a Peña que cierre la boca para que no la vaya a calabacear."

¿Violación de la soberanía nacional? Claro. ¿Subordinación a Estados Unidos? No; a los Republicanos.

¿Traición a la patria? Hmmm.... no. Pero sí servilismo a los intereses de la derecha de Estados Unidos.

Una cosa es cierta: McCain quien salió ganando fue McCain. Peña Nieto nadamás quedó como vil gato de los Republicanos.


PD: Bueno, y a todo esto ¿habrá reforma migratoria a finales de marzo como dijo McCain? No. Si bien le va, la reforma se aprobaría por ahí de junio o julio. Tal vez agosto. ¿Será lo que mejor le conviene a los indocumentados? Tampoco, porque se la van a poner difícil para legalizarse. No lo digo yo. Lo dicen ¡los Demócratas!

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