En efecto, cuando lo que debería importar ahorita sería la atención médica para los 22 heridos, así como la protección de las instalaciones, opinólogos miserables ya empiezan a repetir la cantaleta absurda de que esta tragedia "demuestra la urgente necesidad" de abrir Pemex al capital privado. Es decir, sin respeto alguno por los heridos, sin respeto alguno por el pueblo de México (al que desprecian), estos pseudoinformadores ya aúllan exigiendo la "apertura", la entrega de nuestros recursos naturales al capital privado, preferentemente extranjero.
¿De verdad vamos a dejar que se salgan con la suya estos zopilotes? En 2008 los frenamos, paramos en seco sus ambiciones vulgares. Esta vez parecen regresar por sus fueros, decididos a todo. Este incendio en la Torre de Pemex les viene extremadamente bien, les resultó muy conveniente. Sospechosamente conveniente. ¿Vamos a dejarlos robar lo que nos queda?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario