De acuerdo con Sin Embargo, el reporte señala que se puede esperar continuidad en la política pero cambio en la retórica que justifica esa política por parte de la administración de Enrique Peña Nieto.
Esto a pesar de que Peña Nieto ha pregonado propuestas de reforma, puesto que "hay más similitides que diferencias al comparar su 'nueva' política de seguridad con la administración de Calderón."
No sólo eso; Jones señala que el PRI regresó al poder en gran parte "debido al deseo del público mexicano por castigar al Partido Acción Nacional (PAN) por los altos índices de violencia que siguieron al asalto militarizado del Presidente (SIC) Felipe Calderón contra el crimen organizado."
Aún así, "los únicos cambios reales en el status qu de la política antidrogas en México no ocurrieron en México, sino en Estados Unidos", refiriéndose a la legalización del uso de la mariguana recreativa en Washington y Colorado.
Jones señala que Peña Nieto ha prometido una nueva política de seguridad para contrarrestar la violencia de la lucha contra el narco, concentrándose en la reducción de los delitos como homicidio, extorsión y secuestro, pero "muchos de los cambios son estilísticos y no sustantivos, dado que desde por lo menos 2010 la administración de Calderón se dirigió a las organizaciones más violencias como los Zetas, precisamente por esos crímenes."
Concluye Jones que el ejército seguirá desempeñando su papel en la lucha contra las organizaciones de narcotraficantes más violentas en el corto plazo, por lo cual la política de Calderón continúa.
No sólo eso; Jones cuestiona que la Policía Federal haya quedado bajo el mando político de la Secretaría de Gobernación, y cuestiona si la Policía Federal se utilizará para espiar a los rivales políticos.
Critica además a Peña Nieto por la creación de la Gendarmería Nacional, ya que ha sido ampliamente criticada por analistas como innecesaria, redundante, y como un reciclaje de una idea fallida.
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